Los pilotos rusos “tienen más de 20 años de experiencia en el combate de incendios en todo el mundo; son sumamente profesionales en lo que hacen y quieren demostrar a Chile que la ayuda brindada por el Gobierno ruso no fue en vano”, afirma Montero a Sputnik.
El encargado de operaciones antidrogas de Interpol sostiene que el equipo de 26 personas del país europeo “es el último cada día en salir de la base aérea” del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, donde descansa “El Luchín“, como lo apodaron los chilenos, después de despegar a las labores de control de fuegos desde su arribo el pasado lunes.
Nacido en 1979 en Stávropol, al suroeste de Rusia, Montero aún siente fuertes lazos con su país de origen, el cual visita periódicamente y mantiene presente a través de la música, el cine, la lectura y el idioma; factor que le permitió sumarse a esta misión arriba del Ilyushin Il-76 y compartir con sus compatriotas.
“La tripulación ha demostrado el compromiso que adquirió en la lucha contra los incendios”, indica el policía de 37 años, cuya principal tarea es colaborar en la comunicación entre los locales y quienes vinieron en ofrecimiento del Kremlin, para hacer frente a la situación crítica que afecta a la zona centro sur del país.
La historia del miembro de la Policía de Investigaciones (PDI), comienza a escribirse cuando su padre es exiliado de Chile en 1973 y designado por el Partido Socialista a Rusia, a causa de la oscura época que recién se iniciaba con la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En la ciudad donde nació, vivió hasta casi los 18 años, cuando su padre y madre, una ciudadana rusa, acordaron volver a territorio chileno en abril de 1996, negándose a los anhelos de Montero y su hermano mellizo de unirse a las Fuerzas Armadas para batallar en la primera guerra chechena (1994-1996).
“Teníamos una vida normal hasta la década de 1990, yo era seleccionado de basquetbol, y después con la crisis, y la guerra, mis papás tomaron la decisión de salir del país (…) cuando llegamos acá no manejábamos el idioma, sólo nos queríamos ir”, apunta.
Con el objetivo de aprender cien palabras diarias en español, el policía inició su vida en Chile, donde comenzó a obrar en la construcción, para después ejercer unos años como tripulante de cabina de la actual aerolínea nacional LATAM.
Pero sus ganas de formar parte de la milicia no se disolvieron con el cambio de continente, y tras ser rechazado en la Escuela Militar, aún comandada por aliados de Pinochet, pese a la llegada de la democracia, postuló a la Escuela de Investigaciones, ingresando oficialmente a la PDI en 2003.
Por estos días, el lazo idiomático que une al detective chileno con los aviadores del Ilyushin Il-76, ha permitido facilitar las acciones en la base aérea, logrando un entendimiento fluido con quienes realizan la carga de combustible y de los 42.000 litros de agua de capacidad, además de los mantenedores, los que indican las coordenadas y las autoridades locales, entre otros.
Respecto al trabajo en los incendios forestales, asegura que quienes pilotean el Ilyushin “no comentan nada”, pero sostiene que la superficie de Chile es montañosa, “lo que quizás podría dificultar las maniobras del avión entre los cerros”.
Lo anterior, debido a que “se sumergen en el humo, detectan el fuego, descargan y salen del lugar, a una altura de 60 metros”, detalla.
En su opinión, existen actualmente regiones muy críticas por las llamas que han quemado unas 600.000 hectáreas en total, pero el grupo ruso “está haciendo su máximo esfuerzo, teniendo en cuenta que trabajan con la luz del día y un humo que dificulta su visibilidad”.
Respecto al “sorprendente” desempeño del modelo introducido en 1974, recalca que “es una nave autónoma”, guiada por una persona que está atenta a los radares y lo que se aprecia a través en las ventanas, desde donde se han realizado descargas de agua “cien por ciento efectivas para el apagado de las llamas”, asevera.
Agradecido del país andino que lo recibió, Montero espera llegar a los altos mandos de la Policía de Investigaciones, pero reitera que Rusia para él “no se queda atrás” en términos de cariño y buenos recuerdos.
En esta línea, comenta que ambas naciones mantienen una relación “muy estrecha” a nivel diplomático; “son países amigos”, dice.