Santiago, 30 jun (Sputnik).- Solo lleva unas semanas en el cargo, pero el nuevo ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, ya comenzó a mostrar las primeras diferencias de estilo con su resistido antecesor, quien renunció tras una serie de errores y malas decisiones que llevaron a esta país a ser el séptimo con más contagios de coronavirus en el mundo.
El lunes 15 de junio, el recién nombrado Paris sorprendió a varios.
El médico no se paró frente a un micrófono a criticar a sus detractores, como solía hacerlo el su antecesor Jaime Mañalich durante los tradicionales balances de cifras diarios del covid-19. Tampoco usó un tono irónico para responder a los periodistas. El nuevo ministro invitó a las autoridades sanitarias y a dos alcaldes de Santiago (uno de ellos, de centroizquierda) a sentarse junto a él en un mesón largo y entre todos hicieron el balance diario.
Ese gesto fue el debut de una nueva estrategia comunicacional menos beligerante y más abierta al diálogo, que ha sido valorada por gran parte de la oposición. Desde entonces, el ministro se ha mostrado abierto a escuchar a expertos, comunidades científicas, a los alcaldes y a la oposición.
RECONOCIENDO LO MALO
Para la derecha más conservadora, la salida de Mañalich fue un golpe bajo. A pesar de su cuestionada gestión, el oficialismo lo defendió férreamente y salió en masa a aplaudirlo después de su renuncia, para apoyarlo en medio de las críticas. Y no es una figura literaria: literalmente algunos parlamentarios se grabaron aplaudiendo desde sus casas para subir el video a sus redes sociales.
El ministro Paris decidió no escuchar las voces de la derecha que lo llamaban continuar la misma estrategia sanitaria de Mañalich y se atrevió a algo que hasta el momento nadie en el Gobierno había hecho. Reconoció que se debían hacer cambios en la estrategia, entendiendo que la fórmula del exministro condujo a Chile a estar hoy entre los 20 países con más muertos por coronavirus en el mundo. Y entre los 10 con más contagiados, por sobre Italia y España.
“Hay cosas que corregir. Por ejemplo, la frase del retorno seguro”, dijo Paris en una reunión con la Comisión de Salud del Senado. En esa instancia, Paris señaló que Mañalich y el Gobierno se equivocaron en promocionar la campaña denominada “Retorno Seguro”, un llamado a la ciudadanía a salir de sus casas de manera paulatina, para volver a clases y a sus trabajos. Hasta la fecha, muchos indican que esto fue un factor importante en el alza descontrolada en los contagios.
“También soy crítico del carnet de salida, algo que era muy raro”, admitió el médico. Esta fue una medida que Mañalich intentó llevar adelante durante el mes de abril a pesar de todas las recomendaciones de expertos y científicos para que no lo hiciera. Consistía en repartir un documento a todos aquellos que se habían recuperado del coronavirus, bajo la premisa que nadie podía contagiarse dos veces.
No obstante, como las personas sí pueden volver a contagiarse, y porque podía generar enormes situaciones de discriminación, este carnet de salida o “carnet de inmunidad” nunca fue entregado.
Paris también tuvo críticas para el sistema de trazabilidad de los enfermos, un sistema que era considerado vital para contener la expansión del virus pero que durante la gestión de Mañalich, colapsó. “Hoy, el tema de la trazabilidad lo estamos mejorando, y podría decirse que estamos llegando al 90% a nivel nacional”, dijo Paris en una entrevista.
CIENCIA, MEDICINA Y POLÍTICA
En marzo, cuando los contagios comenzaron a desbordarse en Chile, un grupo de 1.500 científicos escribió una carta al Gobierno. Epidemiólogos, bioquímicos, microbiólogos, académicos e investigadores de todas las áreas advirtieron que si el ministro Mañalich no escuchaba a la ciencia y no decretaba cuarentena total en Santiago, se produciría una catástrofe nacional.
Mañalich no decretó aquello sino hasta el 15 de mayo. Muchos apuntaron que fue una estrategia política para disminuir al máximo la caída de la actividad económica en el país.
Esta ruptura entre la academia y el Gobierno podría ir desapareciendo hoy con la llegada del nuevo ministro. Durante la conversación con los parlamentarios, Paris afirmó que “cuando la política va para un lado, pero la ciencia dice otra cosa, yo prefiero inclinarme por la ciencia y la evidencia. Si no nos basamos en la ciencia, vamos por rumbo equivocado”.
Incluso, esta brecha ya existía entre Mañalich y el Ministerio de Ciencias. De hecho, para el ministro de esa cartera, Andres Couve, la llegada de Paris fue un alivio. “Era necesario un ambiente mucho más colaborativo”, dijo en una entrevista.
Al parecer, el nuevo ministro estaría saliendo positivo de su primer examen. Claramente el comunicacional, no el de coronavirus. (Sputnik)
Francisco Bravo Atias