Un zorro, en la península de Kamchatka (Lejano Oriente ruso), se interesó por un grupo de turistas en una zona salvaje.
Sin mostrar temor por la presencia de humanos, el zorro se acercó a una cámara, que se encontraba en el suelo, la olfateó, la agarró con los dientes y dio a la fuga.
El dispositivo siguió grabando, revelando el interior de la boca del zorro. El hecho de que las imágenes se divulgaron en las redes sociales evidencia que los turistas lograron recuperar su cámara, aunque se desconoce de qué manera.