Antes de la llegada de los españoles América, grandes imperios ejercían su poderío en la región. Lo que para el mundo trascendió como la conquista del nuevo mundo, en realidad fue una sangrienta batalla cultural que culminó con la abolición de los tres imperios más poderosos de la región.
Incas
Fue el mayor imperio de la América precolombina y llegó a expandirse por gran parte de la meseta ecuatoriana, el norte de Perú, una parte del este de Bolivia, Chile y el norte de Argentina.
La victoria de la etnias cuzqueñas en 1438 lideradas por Pachacútec marcó el inicio de esta civilización y su etapa más próspera. En más de medio siglo este imperio logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina.
Pero luego de un gran periodo de apogeo, el imperio inca entró en declive por la confrontación por el trono entre los hijos del emperador Huayna Cápac: Huáscar y Atahualpa. El enfrentamiento entre estos dos hermanos derivó incluso en una guerra civil.
Pero el reinado del vencedor Atahualpa fue frustrado por el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro. Cuando Atahualpa se dirigía hacia Cajamarca para ser coronado inca, fue tomado prisionero por los españoles en lo que se conoce como la batalla de Cajamarca (1532) y luego ejecutado.
El hecho marcó el fin del imperio incaico, que no alcanzó a cumplir un siglo desde su fundación. El último inca decapitado fue Túpac Amaru I en 1572.
Mayas
Esta gran civilización mesoamericana se extendió desde el centro de México hasta el Sur de América Central durante más de dos milenios. Su grandeza estuvo marcada por el desarrollo de una escritura jeroglífica, uno de los pocos sistemas de escritura plenamente desarrollados de la época y que la distinguían de otras civilizaciones.
Los mayas también destacaron por su arte, arquitectura y sus notables sistemas de numeración, así como en astronomía, matemáticas y comprensión de la ecología. El calendario maya fue el más sofisticado de las civilizaciones precolombinas y de hecho es considerado su mayor logro cultural por alto su nivel de precisión.
Aunque hasta el día de hoy se desconocen los motivos que provocaron el fin de esta civilización, lo cierto es que cuando llegaron los evangelizadores españoles este imperio ya había desaparecido con todo su esplendor. No obstante, los españoles tampoco respetaron las evidencias culturales de esta civilización y refundaron villas sobre estos territorios, aprovechándose también de sus riquezas.
Aztecas
También conocidos como mexicas, los aztecas habitaron lo que es hoy el centro y sur de México. Fueron los fundadores de la comunidad de Tenochtitlán, la cual fue centro de uno de los Estados más extensos y poderosos que habitaron la zona de Mesoamérica.
La civilización azteca es símbolo de identidad para la nación mexicana por el legado cultural, plasmado en la arquitectura, la cultura y las ciencias.
Su economía se basó en la agricultura y el comercio. Una de las técnicas agrícola más interesante fue la construcción de huertos flotantes, las chinampas, hechas con cañas, ramas, barro y limo, esto les permitió transformar el estéril lago en un lugar muy fértil. Conocían las técnicas del barbecho y la irrigación mediante diques y acequias y utilizaban abonos vegetales y animales, según describe Ecured.
La llegada de los españoles representó para esta civilización un sangriento enfrentamiento. En 1521, un reducido grupo de españoles liderados por Hernán Cortés, con el apoyo de una amplia coalición de pueblos indígenas, conquistó a sangre y fuego Tenochtitlán, la gran capital de los aztecas, lo que ocasionó el fin de esta civilización.
Investigaciones posteriores determinaron que en la lucha se impuso la superioridad técnica europea, e hicieron mella las enfermedades traídas del viejo continente como la viruela. La caída de Tenochtitlán dejó un terrible saldo en pérdidas humanas para los nativos. De acuerdo con National Geographic murieron 100 españoles por 100.000 aztecas.