La humanidad continúa ignorando la escasez de fósforo, considera un equipo internacional de científicos cuyo estudio ha sido publicado en la revista Science Alert.
El mayor problema del fósforo radica en que este elemento químico no es renovable y todavía se desconocen las sustancias que podrían sustituirlo. Además, nuestro planeta cuenta con pocas minas para extraerlo.
El fósforo es un mineral clave para todas las plantas y animales de la Tierra. Es componente clave en la ADN de los humanos, ya que permite transferir energía a las células. Una vez extraído de la mina puede agregarse a los fertilizantes para incrementar la producción agropecuaria.
Hace 30 años, EEUU era uno de los mayores productores de fósforo del mundo, mientras que la India y China consumen actualmente el 45% del total mundial.
Un grupo internacional de científicos descubrió que, de momento, la humanidad no hace nada por conservar este elemento tan crucial. Corremos el riesgo próximamente de quedarnos sin él por completo.
En los últimos 50 años, los fertilizantes producidos sobre la base del fósforo se han multiplicado por cinco. El crecimiento de la población humana podría disparar su demanda para el 2050. Científicos de distintas industrias, universidades e institutos de investigación advierten de que no estamos preparados para una crisis del fósforo en el medio plazo.
“Todavía no hay cooperación y coordinación a escala global, cuyo objetivo sería asumir responsabilidad sobre la gestión del P —así se denomina el fósforo en la tabla periódica de los elementos— ni entre los países miembros de la UE, ni entre los estados de EEUU”, declaró el biólogo Kasper Reitzel, coautor del nuevo estudio y profesor asociado de la Universidad del Sur de Dinamarca (SDU).
Al día de hoy, la Directiva marco del agua de la UE y la Ley de Agua Limpia de EEUU ponen el foco solamente en cuestiones como asegurar la calidad ecológica de líquido elemento y no abordan por completo los problemas relacionados con la sostenibilidad del fósforo, afirma el experto.
Tras tomar en consideración los actuales niveles de consumo, algunos modelos sugieren que la humanidad podría quedarse sin fósforo en 80 años. Los cálculos más conservadores estiman que el día cero se registrará en 400 años, mientras que los más pesimistas le dan a la humanidad menos de 40 para poder atajar el problema.
Sin embargo, los investigadores creen que la humanidad todavía es capaz de aplazar la crisis del fósforo, dado que los fosfatos, como combustible y fertilizantes, una vez en uso, pueden reutilizarse al menos 46 veces.
Los autores urgen a las industrias y autoridades globales a desarrollar una nueva generación de profesionales especializados en la sostenibilidad de nutrientes. Estos expertos podrían trabajar juntos para asegurar la “gestión internacional del fósforo”.