La violación, tortura y asesinato de una bebé de un año y once meses en Puerto Montt (Chile) ha reavivado el debate sobre la pena de muerte
Sophie fue asesinada por su padre, Francisco Ríos Ríos, está acusado de parricidio y violencia intrafamiliar.
Tras la necropsia del cadáver, los forenses determinaron que la niña tenía quemaduras y hematomas y sufrió abuso sexual.
El suceso ha generado movilizaciones en todo Chile; en especial en Santiago, Concepción y Puerto Montt. En esas manifestaciones se escuchan consignas de todo tipo, incluida la frase “pena de muerte al asesino”. De hecho, algunas personas solicitan que se impulse la Ley Sophie, con la que se aplicaría la pena capital a quienes perpetraran delitos de ese tipo.
Chile derogó la pena de muerte en 2001, durante el mandato de Ricardo Lagos, y remplazó ese castigo por la prisión perpetua calificada. Esa medida establece que el condenado puede optar a libertad condicional al cabo de 40 años.
En cualquier caso, las autoridades chilenas realizaron las últimas ejecuciones en 1985, cuando acabaron con la vida de Jorge Sagredo y Alberto Topp Collins, dos ex funcionarios de Carabineros condenados por el asesinato de una decena de mujeres en Viña del Mar.
La presidenta de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, Teresa Mora, recordó que la pena de muerte aún existe en el Código de Justicia Militar de Chile, pero indicó que “existen tratados internacionales que dicen que no se puede restablecer, con excepción de que permanezca vigente en el derecho interno”, citó el portal chileno ADN.
Debate entre diputados
El Congreso de Chile está bastante dividido, incluso los legisladores de una misma bancada, como sucede con los diputados de Unión Demócrata Independiente (UDI).
Uno de sus legisladores, Jaime Bellolio, estima “incoherente” y “contradictorio” que un sector que se ha manifestado en “favor de la vida” solicite la pena de muerte, mientras que otros diputados de esa formación enviaron una carta al presidente electo, Sebastián Piñera, para que someta el asunto a plebiscito.
Por su parte, el diputado Vlado Mirosevic, del Partido Liberal, se expresó en contra de la pena de muerte porque considera que “el Estado debe impartir justicia, no venganza” y se trata de una acción “propia de la barbarie, no de sociedades civilizadas”. René Manuel García, integrante de Renovación Nacional y que en en 2001 votó en contra de derogar la pena de muerte, volvió a apoyar esa medida, que califica de herramienta “disuasiva” para poner freno a los actos delictivos más atroces de la sociedad.