Gary Katen quedó perplejo cuando recibió una carta que debería haber llegado a su domicilio, en el estado estadounidense de Nueva Jersey, hace tres cuartos de siglo, informa United Press International.
La misiva tenía matasellos del 4 de mayo de 1946 y llevaba dos sellos de un centavo de dólar y uno de 6 centavos.
Cuál no sería su sorpresa cuando, unas semanas después, recibió una segunda carta de la misma antigüedad, en la que el remitente les contaba a los destinatarios, sus familiares, el viaje que estaban realizando en California con su esposa.
Katen trató de encontrar alguna respuesta en la oficina de correos local, en la ciudad de Hackensack, indagando quiénes eran los propietarios de su casa en los años 1940, pero resultó imposible, ya que algunos registros públicos fueron destruidos por un incendio hace años.
Sin embargo, todavía quiere encontrar a algún descendiente de los autores o destinatarios de la carta, porque “parecen una gran familia”, y para decirles que tenían correo.
Un portavoz del Servicio Postal de Estados Unidos explicó que lo que probablemente ocurrió es que alguien compró la carta en una tienda de antigüedades o por Internet y volvió a introducirla en el sistema de correo, algo que sucede con más frecuencia de lo que se podría creer.
Algo similar le pasó a Susan Nordin, de Duluth, en Minnesota, que en 2021 recibió una carta escrita 68 años antes y dirigida a unos tales Sr. y Sra. Ed Nelson.
La carta anunciaba el nacimiento de un niño llamado Jimmy.
Nardin pidió ayuda de historiadores locales en Facebook y consiguió devolver la carta a Connie Anderholm, la nieta de los Nelson, que dijo que el bebé del que se hablaba en la carta era su hermano Jim.