De ramos de novia a campanas salvadoras: curiosidades medievales

Descubre las impactantes condiciones de higiene, las tradiciones y las costumbres que marcaron la Edad Media

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La Edad Media, un período fascinante de la historia, estuvo marcado por profundas carencias higiénicas y costumbres que hoy podrían parecer insólitas. Desde baños anuales hasta medidas improvisadas para mitigar los olores, la vida cotidiana de entonces sorprende por sus particularidades.

Este período histórico de la civilización occidental, conocido también como el Medievo, abarcó desde el siglo V hasta el siglo XV. Iniciado con la caída del Imperio romano de Occidente en el año 476 y finalizado en 1492 con el descubrimiento de América o en 1453 con la caída de Constantinopla, el Medievo comprendió aproximadamente 1016 años de transformaciones sociales.

Costumbres de higiene y hábitos diarios.

Higiene personal limitada
En esta época, ducharse era poco común debido al frío ya la falta de agua corriente. El uso de perfumes y desodorantes era inexistente, y los cepillos de dientes eran un lujo desconocido. Como resultado, los nobles recurrían a lacayos que los abanicaban para disipar malos olores.

La práctica de los baños familiares
Los baños se tomaban en grandes bañeras compartidas por toda la familia. El jefe de la casa tenía el privilegio del primer baño, y los bebés, al final, corrían el riesgo de ahogarse en agua ya extremadamente sucia.

Curiosas tradiciones en bodas y funerales.

El ramo de novia y los baños anuales
Las bodas en junio coincidían con el “frescor” tras el baño de mayo. Sin embargo, para cubrir olores residuales, las novias cargaban ramos de flores, marcando el inicio de esta tradición.

Velorios y entierros prevenidos
Ante la posibilidad de enterrar a personas vivas, los ataúdes incluían campanas conectadas a una cuerda atada a la muñeca del difunto. Este inventó dio origen a la expresión “salvado por la campana”.

Cocina y alimentación en la Edad Media

Banquetes sin higiene
En eventos como los banquetes en Versalles, se preparaba comida para millas de personas sin medidas sanitarias. Los restos y desechos fueron arrojados directamente al suelo o ventanas.

Platos de estaño y alimentos peligrosos
El uso de utensilios de estaño y las combinaciones con alimentos ácidos, como el tomate, provocaban envenenamientos. Esto reforzó la creencia errónea de que algunos alimentos eran venenosos.

Conclusión:

La vida en la Edad Media estuvo llena de retos, innovaciones rudimentarias y tradiciones que hoy resultan intrigantes. Estos datos revelan un vistazo honesto a una época que dejó una huella indeleble en la historia.