Bolivia invoca a Salvador Allende para acercarse a Gabriel Boric

Allende, derrocado por el cruento golpe del general Augusto Pinochet en septiembre de 1973, pasó a la historia sin lograr avances en su propósito de poner fin a la mediterraneidad boliviana

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La Paz, 23 mar (Sputnik).- Casi medio siglo después de su muerte, el expresidente chileno Salvador Allende (1970-1973) se hizo presente en La Paz, citado como respaldo a la demanda boliviana de recuperación de su antiguo acceso soberano al mar.

“Chile tiene una centenaria deuda con Bolivia y estamos dispuestos a emprender una solución histórica. Bolivia retornará soberana a las costas del Pacífico”, dijo Allende en una declaración rememorada por el presidente boliviano Luis Arce en el discurso central del Día del Mar, en el que Bolivia conmemora un episodio de la guerra de 1819 en la que perdió su salida marítima a manos de Chile.

La declaración del expresidente chileno fue (habría) hecha al historiador y periodista boliviano Néstor Taboada el 12 noviembre de 1970, apenas nueve días después de que Allende se convirtiera en el primer presidente socialista electo democráticamente en el mundo y cuando gobernaba en Bolivia el también izquierdista Juan José Torres, un militar respaldado por movimientos populares.

Allende, derrocado por el cruento golpe del general Augusto Pinochet en septiembre de 1973, pasó a la historia sin lograr avances en su propósito de poner fin a la mediterraneidad boliviana, pero su frase ha sido reproducida incontables veces en Bolivia, que suele recordarla como la mayor expresión de cercanía de Santiago hacia La Paz.

El socialista Arce la repitió dirigiéndose al recién instalado presidente izquierdista chileno Gabriel Boric, en una emotiva demanda de diálogo sobre la cuestión marítima que separa a ambos países desde la conflagración de hace 143 años, pasando por negociaciones, rupturas y hasta juicios en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

“Hacemos un llamado al Gobierno de la hermana República de Chile a hacer suyas las palabras de Salvador Allende y que se mantienen vivas en el corazón de muchas hermanas y hermanos chilenos”, dijo el mandatario boliviano.

E insistió, en una poco frecuente apelación directa:

“Recientemente ha asumido la conducción de nuestra hermana República de Chile un gobierno progresista y el pueblo chileno avanza en una histórica asamblea constituyente, por lo que hacemos votos para que bajo el liderazgo del hermano presidente Gabriel Boric se ponga fin al enclaustramiento del pueblo boliviano, una herida abierta en nuestra patria grande desde hace 143 años”.

NUEVO ESCENARIO

Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas desde una ruptura de 1978, cuando fracasó una negociación sobre la cuestión marítima entre los gobiernos militares de Hugo Banzer y Pinochet, respectivamente.

Arce, quien respondió a un reciente acercamiento de Boric con el criterio de que no podría haber relaciones diplomáticas sin resolverse el diferendo marítimo, afirmó también que un fallo de la CIJ de 2018, que determinó que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia, ha establecido también que ambos países pueden seguir dialogando en un clima de buena vecindad.

“Es importante recalcar que la CIJ dejó claro que existe una larga historia de diálogos, intercambios y negociaciones orientadas a identificar una solución apropiada a la situación de mediterraneidad de Bolivia posterior a la Guerra del Pacífico (…); con una verdadera voluntad de las partes, pueden ser emprendidas negociaciones significativas”, señaló Arce.

Aseguró que ello suponía aprovechar “un nuevo escenario del diálogo bilateral” que deje atrás el largo ciclo de enfrentamiento y permita un acercamiento basado en la integración, el diálogo, la cooperación y la complementariedad.

“Chile es consciente de que el encierro boliviano es una de sus faltas internacionales más graves y que el inmenso daño que ha cometido en 1879 está en la conciencia internacional”, añadió.

El expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé (2005-2006), quien era el delegado de Bolivia en La Haya durante el juicio de 2018, dijo tras el mensaje presidencial que la madurez de los líderes políticos seguía siendo el último recurso de los pueblos para resolver injusticias derivadas de guerras de agresión.

“La justicia internacional no pudo ni puede todavía resolver las injusticias provocadas por las guerras de agresión. Queda la esperanza en la voluntad de los pueblos y la madurez de sus líderes para reconciliar intereses”, escribió Rodríguez Veltzé en Twitter.

Otro exgobernante, Evo Morales (2006-2019), quien estaba al mando durante el juicio de 2018, reiteró por la misma red el reclamo de “salida soberana al Pacífico, arrebatada injustamente por la invasión chilena de 1879”, como “una demanda que vivirá en los corazones de todos los bolivianos”.

“Reiteramos nuestra vocación sincera, firme y clara de diálogo que nos permita cerrar las heridas del pasado y construir un futuro de solidaridad entre chilenos y bolivianos. El pedido de Mar Para Bolivia es el clamor de mar para los pueblos”, añadió.

El expresidente Carlos Mesa (2003-2005) afirmó que el acceso marítimo “es una reivindicación histórica que hace a la esencia de Bolivia, más allá de diferencias”.

La Guerra del Pacífico se desató el 14 de febrero de 1879, cuando Chile invadió el puerto boliviano de Antofagasta.

Semanas después, el 23 de marzo de 1879, se produjo el primer choque armado en la ciudad de Calama, episodio del cual Bolivia recuerda el heroísmo del líder civil Eduardo Avaroa, en cuyo homenaje se celebra el Día del Mar.

Por la guerra, en la que estuvo aliada con Perú, Bolivia perdió todo su departamento de Litoral, de más de 400.000 kilómetros cuadrados y con una costa de 120 kilómetros de longitud. (Sputnik)