Se detecta un aumento en la concentración de plomo en la Dieta del Cóndor Andino

Las conclusiones de su situación en la actualidad son particularmente preocupantes debido a que es una especie en peligro de extinción, con alrededor de unos 6.700 ejemplares adultos en los Andes sudamericanos, dijo el investigador.

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Imagen de jmarti20 en Pixabay

Montevideo (Mesa América), 11 may (Sputnik).- La dieta del cóndor andino, una de las aves de mayor tamaño del mundo, cambió con el paso del tiempo y actualmente tiene una alta concentración de plomo, concluyeron científicos que estudiaron una pila de guano en los alrededores de un nido usado desde hace más de 2.000 años en la Patagonia argentina.

“A medida que la ganadería y las ovejas fueron introducidas en América del Sur por los europeos, la dieta de los cóndores cambió. Vimos un giro enorme comparado con antes (…) Desafortunadamente, este cambio también significa que los cóndores están consumiendo más plomo porque se usan perdigones de plomo para matar alimañas, que después las aves comen”, dijo Matthew Duda, del Laboratorio Ambiental Paleoecológico de Investigación y Análisis (PEARL por su sigla en inglés) de la universidad canadiense Queen´s.

El científico agregó, en una entrevista con el medio digital Live Science, que el equipo que estudió un trozo del guano halló que “la concentración de plomo era significativamente más alta ahora que en el pasado”.

Los investigadores estudiaron la pila de guano de aproximadamente 3 metros de diámetro removiendo unos 25 centímetros de excremento para su análisis.

La ubicación del nido, en una gruta ubicada a unos 10 metros de altura en la pared de un acantilado del Parque Nahuel Huapi, lo protegió del viento y la lluvia y permitió que el guano se acumulara por cientos de años, según el estudio divulgado en la publicación especializada Proceedings of the Royal Society B.

Aplicando la datación por carbono, los científicos determinaron que el nido tiene aproximadamente 2.200 años, pero que por unos 1.000 años, hace entre 1.650 y 650 años de nuestra era, las aves casi no lo usaron debido a la actividad volcánica.

“Medimos un aumento en el azufre y el sodio, ambos asociados con la actividad volcánica”, dijo Duda, que añadió que seguramente la ceniza volcánica cubrió los alrededores por lo que los herbívoros, de los que se alimentaban los cóndores, se vieron obligados a buscar otros lugares, y con ellos también las aves.

Antes de la colonización, los cóndores se alimentaban de animales marinos muertos y especies nativas como llamas y alpacas.

Las conclusiones de su situación en la actualidad son particularmente preocupantes debido a que es una especie en peligro de extinción, con alrededor de unos 6.700 ejemplares adultos en los Andes sudamericanos, dijo el investigador.

El cóndor andino tiene un largo de aproximadamente 1,20 metros y una envergadura de unos 3 metros, vive en la Cordillera de los Andes en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

Varios de esos países han lanzado iniciativas en el último año para salvar la especie. (Sputnik)