Impacto mundial causó la noticia de la liberación -por parte de la policía de Nigeria- de 19 embarazadas y 4 niños. El grupo era víctimas de trafico humano en varias propiedades ubicadas en Lagos. Las mujeres, entre 15 y 28 años, eran obligadas a quedarse embarazadas y vender a sus hijos apenas nacían. Los captores cobraban cerca de 1.400 dólares por niños y 830 por las niñas.
La noticia recién alcanza los titulares, aunque el operativo se realizó el 19 de septiembre tras varias redadas casas de Lagos y un hotel a las afueras de la ciudad nigeriana. Tras el hallazgo, las autoridades describieron las propiedades como “fábricas de guaguas”.
“Recibimos informes sobre actividades de individuos que mantenían a mujeres embarazadas y bebés para venderlos después del parto”, dijo a la AFP el portavoz de la policía de Lagos, Bala Elkana. Sin embargo, la operación se mantuvo en secreto hasta el ayer para permitir que la policía detuviera a los sospechosos del caso.
La policía arrestó a dos mujeres, de 40 y 54 años, que hacían las veces de enfermeras, pese a carecer de preparación para ejercer esa labor. Pero los ojos de la investigación están puestos en Madame Oluchi, la presunta responsable de la red, quien pasó a la lista de captura urgente. La policía desconoce quienes eran o de dónde venían los potenciales compradores.
Tal como relatan las agencias de noticias, las muchachas rescatadas procedían de zonas rurales de los estados de Rivers, Cross River, Akwa Ibom, Anambra, Abia e Imo. “Algunas de ellas fueron engañadas con la promesa de obtener un empleo como servicio doméstico en Lagos. Pero terminaron secuestradas y violadas con el fin de dejarlas embarazadas y vender los bebés a compradores potenciales”, dijo Elkana.
“Los niños se venden por 500.000 nairas (1.380 dólares) y las niñas por 300.000 nairas (828 dólares)”, explicó el portavoz de la policía. El grupo rescatado han sido reubicados y reciben apoyo médico y sicológico antes de que regresen a sus casas, según anunciaron las autoridades.
Una de las rescatadas relató al medio local Vanguard cómo la llevaron: “Un amigo me llamó para decirme que alguien estaba buscando ayuda doméstica. Pedí prestado dinero para venir a Lagos”. Al llegar a la ciudad más poblada de Nigeria -y la segunda del continente-, una mujer la recogió en la estación de autobuses y la llevó a una de las propiedades que encontró la policía. Allí fue violada por hasta siete hombres hasta lograban embarazarla. “Me dijeron que después del parto me pagarían generosamente y que podía marcharme si así lo deseaba”, detallo la víctima, que se encuentra en el segundo trimestre de embarazo.
Las historias sobre estas “fábricas de guguas” no son poco habituales al sureste de Nigeria. El año pasado durante una redada fueron rescatados 160 niños en ese contexto.
Nigeria es uno de los países más pobres del mundo, donde cerca de 87 millones de personas viven con menos de 2 dólares al día a pesar de ser el mayor productor de petróleo de Africa y una de las economías más grandes de ese continente.