“Quería que sintiera dolor”: El brutal castigo a un pedófilo en prisión

Sin temor a consecuencias, Adam Davidson, reo en una prisión de alta seguridad australiana, infligió graves quemaduras a un hombre condenado por el asesinato de un adolescente de 13 años.

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La vengativa historia de Adam Paul Davidson, un preso del centro penitenciario Wolston (Australia), vuelve a los medios luego de que en agosto de 2016 cumpliera su secreto propósito de castigar con torturas a un odiado pedófilo, Brett Peter Cowan, quien todavía cumple una cadena perpetua por el asesinato de un adolescente de 13 años en 2013. Davidson, encarcelado por robo y fraude, lanzó un cubo de agua hirviente sobre la cabeza de Cowan.

Davidson atacó al pedófilo cuando este se encontraba de espaldas, jugando a las cartas con otros prisioneros. Presa de un terrible dolor, Cowan se puso de inmediato en pie, en medio de alaridos. Llevado a un hospital, se le diagnosticaron quemaduras graves en la cabeza, el pecho, el estómago, la espalda, los brazos y las piernas, rememora The Daily Mail.

Según el tabloide británico, Davidson admitió inmediatamente después, ante los guardias, ser el autor del ataque, y explicó que lo había planeado durante un mes. Dijo que “no quería matarlo”, sino “solamente hacerle daño”. “Solo quería que sintiera el dolor. El dolor que sintió alguien como Daniel Morcombe“, afirmó el recluso en alusión al asesinado adolescente. Y agregó que fue “un acto de justicia” en nombre de ese chico.

Davidson fue condenado a tres años adicionales de prisión por el ataque. “No tienes derecho a actuar como justiciero”, le dijo entonces el juez. Ahora el caso ha vuelto a la palestra pública porque, a finales del año pasado, fue puesto en libertad condicional.

La muerte de Daniel Morcombe estremeció al país. El niño desapareció en 2003, cuando se encontraba cerca de una parada de autobús en Sunshine Coast, Queensland. Casi ocho años más tarde, Cowan fue arrestado y acusado de asesinato, trato indecente de un niño e interferencia con un cadáver. El pedófila había cumplido ya dos condenas anteriores por abusar sexualmente de niños.