Santiago, 7 de mayo de 2025.- Dos importantes proyectos industriales vinculados al litio en el norte de Chile quedaron paralizados tras el retiro de las empresas chinas BYD y Tsingshan Holding Group. La decisión, que implica dejar sin efecto una inversión superior a los 500 millones de dólares, se atribuye a retrasos en la tramitación de permisos y trabas regulatorias. Esta situación reaviva el debate sobre el marco normativo que rige la inversión en el país.
BYD y Tsingshan desisten de iniciativas industriales por trabas regulatorias
Las compañías BYD y Tsingshan Holding Group, ambas de origen chino, desistieron de desarrollar plantas industriales para la fabricación de baterías y cátodos de litio en Antofagasta y Mejillones, respectivamente. Estas iniciativas contemplaban una inversión conjunta superior a los US$500 millones y la creación de miles de empleos en la región.
El principal obstáculo señalado fue la lentitud del sistema de permisos sectoriales, en un contexto en el que aún se discute el proyecto de ley marco para permisos, ingresado en enero de 2024 al Congreso. Dicha ley busca agilizar la aprobación de iniciativas privadas y ha sido identificada por diversos actores como esencial para el desarrollo económico del país.
Críticas desde el Ejecutivo y el Congreso
El ministro de Economía, Nicolás Grau, reconoció que se han realizado esfuerzos en administraciones anteriores, pero destacó que los retrasos muestran la necesidad de un cambio normativo profundo, más allá de la gestión gubernamental.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, le otorgó urgencia al proyecto legal, argumentando que su aprobación es clave en el actual contexto de tensiones comerciales internacionales.
Desde la oposición, el senador Rodrigo Galilea (Renovación Nacional) calificó la situación como “absurda” y subrayó la urgencia de avanzar en una legislación que permita al país mantener su competitividad.
Otros proyectos frustrados y tensiones diplomáticas
El caso de BYD y Tsingshan no es aislado. En 2023, la farmacéutica Sinovac optó por cancelar la construcción de una planta de vacunas en Chile y trasladó la inversión a Colombia. Situaciones similares han afectado proyectos de la noruega Statkraft y de empresas chilenas como CMPC, Arauco y Colbún, que han dirigido capitales a otros países.
En relación con BYD, existían señales de descontento desde mayo de 2024, cuando la empresa expresó su molestia por la lentitud en los trámites necesarios para instalar la planta.
Además, algunos parlamentarios como Cristian Tapia (PPD) han sugerido que podría existir un enfriamiento en las relaciones diplomáticas con China. Esta hipótesis se relaciona con un incidente ocurrido en abril, cuando la embajada china en Santiago condenó un ataque incendiario a un proyecto energético de una filial del conglomerado CWE en la región del Bío Bío.
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