El Mes de María es un período de conmemoración en la Iglesia católica. En el hemisferio norte, suele corresponder con el mes de mayo, mientras que en el sur se celebra en noviembre y parte de diciembre.
La celebración de un mes especial de advocación mariana surge en tiempos del rey Alfonso X, en que se manda rogar a la Virgen durante las ceremonias del Palo de Mayo. El mes escogido guarda relación con el apogeo de la primavera. Para el siglo XVI se difunde el opúsculo conocido como Mayo espiritual, difundido en regiones de Italia y Alemania, que asienta la idea de conmemorar este mes de manera especial a la Madre de Dios. Los jesuítas, a principios del siglo XVIII, componen las primeras codificaciones de rezos y cánticos para la conmemoración del mes. Los papas Pío VII y Pío IX fueron grandes impulsores de la celebración de esta fiesta, premiándola con indulgencias.
En América, dado el carácter mariano de la evangelización, es posible que la conmemoración del mes fuese realizada desde el principio, aunque . Dado que en el hemisferio sur el mes de mayo cae en otoño, la celebración se habría trasladado a noviembre, que es el equivalente en esa parte del mundo (inverso a mayo). Con todo, también alcanza a los primeros días de diciembre, buscando coincidir con la fiesta de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre).
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