Santiago, 15 de agosto de 2024 (RSJ). Hoy, el mundo de la música chilena está de luto por la partida de Jaime Soto León, un destacado músico y compositor que dejó una marca indeleble en la cultura nacional. Soto León fue el fundador del grupo Barroco Andino, una de las formaciones más emblemáticas en la historia musical de Chile, conocida por su innovadora fusión de música barroca europea con sonidos andinos.
La noticia fue dada a conocer por su amigo y colega Patricio Wang, quien compartió un emotivo mensaje a través de redes sociales: “Triste día. Hoy nos dejó Jaime Soto León, no solo un viejo amigo y un hermano mayor en la música, sino además un inspirador y formador de varias generaciones de jóvenes músicos. En Chile le debemos un enorme reconocimiento. Nos deja una hermosa historia musical, hermosas composiciones y cantidad de arreglos de una enorme creatividad. Gracias, Jaimito, por la música, por la amistad, por todos los grupos que creaste y apoyaste. Inolvidable cómo formamos juntos el Barroco Andino en el ’73 cuando parecía que no volveríamos a escuchar instrumentos andinos por mucho tiempo. Jaime Soto, un grande”.
Jaime Soto León nació en Santiago de Chile (8 de junio de 1947) y desde joven mostró un talento excepcional para la música. A lo largo de su carrera, se convirtió en un referente de la música de fusión en Chile, destacándose por su habilidad para integrar elementos de la música barroca con la rica tradición de la música andina. Esta propuesta artística no solo fue innovadora, sino que también rompió barreras culturales en un tiempo de intensa agitación política en el país.
En 1973, en pleno contexto de cambio político, junto a Patricio Wang y otros músicos, fundó Barroco Andino, un grupo que rápidamente se convirtió en un ícono de la música chilena. A lo largo de los años, la agrupación se distinguió por su creatividad y por la excelencia de sus interpretaciones, que incluyen adaptaciones de obras barrocas europeas utilizando instrumentos tradicionales andinos como la quena, el charango y la zampoña.
El legado de Jaime Soto León no se limita solo a Barroco Andino. Fue un formador de nuevas generaciones de músicos, tanto a través de su enseñanza como de su trabajo en distintos proyectos musicales. Su obra ha sido reconocida en Chile y en el extranjero, y su influencia se refleja en la música de muchos artistas que han seguido sus pasos.
Hoy, su fallecimiento deja un vacío en la música chilena, pero su legado perdurará a través de las numerosas composiciones, arreglos y el impacto que tuvo en todos aquellos que tuvieron el privilegio de aprender de él y de trabajar a su lado. Chile pierde a un gran músico, pero la música chilena gana una historia que continuará resonando por generaciones.
Jaime Oyaneder Ramírez
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