
Santa Cruz (Bolivia), 28 mar (Sputnik).- Bolivia debe normalizar las relaciones diplomáticas con Chile para mitigar los efectos nocivos de su falta de acceso soberano al mar, dijeron expertos a la Agencia Sputnik.
El país altiplánico depende de Chile para su comercio exterior desde la Guerra del Pacífico (1879-1883), en la que perdió 400 kilómetros de costa, entre otros territorios.
Estos 142 años de enclaustramiento explican buena parte del déficit comercial de Bolivia y le generan millonarias pérdidas por contrabando, explican analistas.
En 1978, tras décadas de disputas y dificultades para acceder a puertos chilenos, La Paz rompió relaciones diplomáticas con Santiago y desde entonces ambos países sólo mantienen relación a nivel consular.
Ahora, académicos y expertos en comercio afirman que no se pueden negociar condiciones más favorables para Bolivia, si no se retoma de forma urgente el vínculo diplomático con Chile.
RELACIONES
Saúl Paniagua, profesor en derecho internacional de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), entiende que Bolivia debe agotar las vías diplomáticas para obtener un acceso soberano al Pacífico.
“La solución pacífica al diferendo marítimo pasa por un principio elemental: la negociación. Pero no se puede negociar entre sordos. Bolivia no puede cerrar los ojos ante esa situación. Para negociar tiene que restablecer relaciones diplomáticas, tal como manda la Constitución boliviana”, explicó Paniagua en entrevista con la Agencia Sputnik.
La normalización en las relaciones implica reponer embajadores e iniciar un diálogo directo entre La Paz y Santiago, aseguró el experto.
Pero además, Bolivia debe reconfigurar “totalmente” su política exterior y dotarla de una “estructura técnica” para que las negociaciones tengan éxito, puntualizó el académico.
CONTRABANDO
La falta de diálogo y coordinación entre los dos países ha sido aprovechada por grupos ilegales para generar un lucrativo negocio con el contrabando de vehículos, electrodomésticos, ropa, medicamentos, armamento, bebidas alcohólicas, tabaco y miles de productos importados de ultramar, afirma Paniagua.
“El negocio está en tener a Bolivia enclaustrada. La región del norte de Chile, donde existen grandes grupos económicos bolivianos, se sostiene con el comercio boliviano. Sin embargo, los impuestos que se generan benefician al Estado chileno”, denunció el experto de la Uagrm.
Según Paniagua, la actuación de estos grandes grupos económicos hace que la balanza comercial de Bolivia “sea siempre negativa”.
Por su lado, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, dijo a la Agencia Sputnik que el contrabando de mercaderías afecta a su país en varios cientos de millones de dólares cada año.
“El contrabando de productos importados es un problema atávico. Es algo que no sólo afecta negativamente al erario nacional por la no recaudación de tributos, sino también, a la producción y al comercio legalmente establecidos en el país. Implica una competencia ilegal y desleal, que destruye empleos e ingresos en el sector formal”, puntualizó Rodríguez.
El gerente del IBCE agregó además que el “contrabando es primo-hermano del narcotráfico”.
El experto también consideró que la falta de acceso al mar de Bolivia provoca desequilibrios comerciales entre La Paz y Santiago.
“La relación comercial bilateral con Chile ha sido históricamente deficitaria para Bolivia. 2024 no ha sido la excepción, ya que se registró un saldo negativo de 473 millones de dólares. Desde el año 2000, el desbalance acumulado para nuestro país ha sumado cerca de 7.000 millones de dólares”, detalló Rodríguez.
Para el gerente general del IBCE esté déficit se reduciría si la relación diplomática bilateral fuera fluida.
“Cuando el vínculo es normal, el comercio tiende a crecer, por la sencilla razón de que los sectores públicos hacen esfuerzos para integrarse y abrir oportunidades para los privados”, explicó Rodríguez.
El experto criticó que Chile haga “grandes negocios” con el mundo a través de acuerdos de libre comercio, mientras el intercambio con Bolivia está “estancado”.
ACERCAMIENTOS
Los límites actuales entre ambos países se acordaron en el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que establece el libre tránsito comercial de Bolivia por el territorio y los puertos chilenos.
Sin embargo, La Paz denuncia que el pacto no es cumplido en su totalidad por las autoridades chilenas.
El 23 de marzo, día en que los bolivianos reivindican su derecho al acceso al mar, el presidente, Luis Arce, pidió a Chile la apertura del puerto de Iquique (norte) para las exportaciones e importaciones de su país.
“Demandamos pasos efectivos para habilitar el puerto de Iquique, porque los puertos de Arica (norte) y Antofagasta (norte) no abastecen nuestras necesidades comerciales. Esperamos que el Congreso de Chile autorice lo más pronto posible la habilitación de este puerto”, dijo Arce.
Además, el mandatario pidió a Santiago la apertura de una oficina de la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP-B) en la Terminal Marítima de Iquique, para realizar su rol de agente aduanero para mercancías en tránsito.
Arce también dijo que el Tratado de Paz y Amistad de 1904 fue “impuesto” a Bolivia.
“Con la amenaza de una nueva utilización de la fuerza, se consumó la usurpación de nuestro litoral y la pérdida de nuestros puertos sobre el océano Pacífico. Aquel tratado marcó el origen de nuestro enclaustramiento”, puntualizó.
Desde entonces, Bolivia no cesó de buscar una salida al mar por vías pacíficas para promover su desarrollo económico.
En 1920 recurrió a la Liga de Naciones para revertir las condiciones impuestas en el Tratado de 1904.
En 1950 también inició conversaciones con Chile para obtener una salida al Pacífico.
“En 1979, bajo el criterio de que el enclaustramiento es también un tema latinoamericano, conseguimos la aprobación de una resolución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que recomienda iniciar negociaciones para otorgar a Bolivia una conexión con el Pacífico. En 1983 logramos que esta decisión se ratifique por consenso mediante una nueva resolución”, recordó Arce.
En 1986, La Paz acordó con Santiago nuevos encuentros para buscar soluciones al enclaustramiento boliviano.
En 2006, Bolivia logró incluir el tema marítimo en una agenda de 13 puntos acordada con la entonces presidenta chilena, Michelle Bachelet (2006-2010; 2014-2018), para mejorar la relación bilateral.
Ante el enfriamiento en las relaciones con Chile durante los gobiernos de Sebastián Piñera (2010-2014; 2018-2022), Bolivia acudió a la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, para que el tribunal obligara a Santiago a negociar una salida al mar.
En 2018 los magistrados rechazaron los argumentos de Bolivia.
De todos modos, el tribunal reconoció que Bolivia tenía costa al nacer como república independiente en 1825 y estableció que el fallo no debe frenar el diálogo para abordar este asunto. (Sputnik)
Diego Jaramillo