Santiago, 21 ago (Sputnik).- En Chile ya se habla del “robo del siglo”, por la enorme cifra de dinero sustraído, por lo cinematográfico del atraco y por la cantidad de gente involucrada. El viernes, un grupo de al menos quince personas irrumpió en la sucursal de la empresa de traslado de valores Brinks en Rancagua (centro) utilizando métodos poco vistos antes en el país.
Los delincuentes llegaron en seis autos al edificio, sacaron e instalaron una escalera articulada y saltaron el muro perimetral del recinto. Los delincuentes se separaron en grupos y ejecutaron distintas funciones: utilizando máscaras y pelucas para cubrir su identidad y distintas armas de fuego, uno de los grupos se dedicó a intimidar a los trabajadores, otro se preocupó de llenar las bolsas con el dinero y otro se quedó en la calle para desviar el tránsito y preparar la huida.
Tras concretar el asalto, los ladrones se fueron pasando las bolsas en una cadena humana hasta los vehículos y finalmente arrancaron en caravana en los mismos autos. La llegada de Carabineros (policía militarizada) no fue inmediata, pues otros integrantes de la banda se dispusieron en distintos puntos de Rancagua e incendiarios vehículos para desviar la atención y confundir. Además, lanzaron “miguelitos” en las vías. También levantaron barricadas con escombros y pasto seco, retrasando el paso de los autos policiales.
Carabineros consiguió atrapar algunos de los participantes en una frenética persecución de vehículos con tiroteo incluido. Dieciocho personas fueron aprehendidas, cuatro de ellas heridos con armas de fuego, dos de los cuales están en estado grave.
Todos los detenidos fueron puestos en prisión preventiva por la Justicia. Se incautaron cinco pistolas, un fusil largo, una granada y un chaleco antibalas, pero el dinero aún no aparece. Nadie sabe dónde están los 12 mil millones de pesos (más de 12 millones de dólares), la cifra más grande sustraída en un robo de un solo día en la historia del país.
NO EXISTE EL PLAN PERFECTO
La organización criminal consiguió reclutar a más de 30 personas para el asalto, lo que ha causado un impacto en la sociedad chilena. La Fiscalía señaló que hay empleados de Brinks involucrados, como una tesorera y un guardia de seguridad, pero también consiguieron reclutar a algunos policías.
Este miércoles, la Policía de Investigaciones (PDI, policía civil) expulsó al prefecto provincial Álex Zúñiga, cuestionado por su eventual responsabilidad en el hecho. Se cree que él dilató la entrega de antecedentes al Ministerio Público con el objetivo ayudar a la banda. Se investiga si hay más funcionarios de la PDI involucrados y los primeros antecedentes dan cuenta que también habría cómplices en Carabineros.
Sin embargo, reclutar a tanta gente resultó un problema para la banda, pues no pudieron controlar todos los aspectos del plan. Una expareja de uno de los delincuentes prestó declaración en la Fiscalía y explicó todos los detalles de la estrategia, dando información sobre los participantes y los posibles cómplices. La mujer, que terminó hace poco la relación con uno de los involucrados producto de una infidelidad, es testigo protegido de la Fiscalía y entregó valiosos antecedentes para la investigación. (Sputnik)
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