Ayer jueves se dio inicio a la nueva temporada de Mea culpa que marca el regreso a las pantallas de TVN después de 12 años.
En este primer capítulo,llamado “Un cuento salvaje”, Carlos Pinto relató la historia de Pablo Aravena, conocido como “el chacal de Peñablanca” por los horrendos crímenes que cometió.
El caso
Con el objetivo de quedarse con la herencia de su padre, el sujeto asesinó en diciembre de 2008 a Viveca del Carmen Segovia (de 57 años), a su hijo Felipe Aravena Segovia (de 19) y la asesora del hogar, Victoria Donoso Cortes (de 59).
A su hermanastro lo estranguló con el cordón de la plancha, a su madrastra la golpeó y asfixió y a la empleada la estranguló.
Un triple homicidio por el que fue condenado a presidio perpetuo calificado (40 años).
El condenado
Hoy Pablo tiene 53 años y cumple su condena en la cárcel de Puerto Montt, lugar hasta el que llegó Carlos Pinto para realizar la tradicional entrevista de cierre.
Desde la cárcel Pablo aseguró que “he hecho cosas que no debería haber hecho, he sido antisocial”.
Además dijo que echaba de menos a la familia, el no poder estar con ellos y no poder tener una vida normal.
También recordó el periodo en que estuvo casado, señalando que “mi matrimonio fue espectacular, estuve 10 años casados y fue la mejor época de mi vida. Cuando me separé se me terminó la vida”.
Frente a la pregunta de Carlos Pinto sobre si se consideraba un hombre violento, el recluso respondió que “lo normal”.
Pero lo que más impacto fueron sus palabras al cierre, donde dijo que no se consideraba un peligro para la sociedad, por el contrario: “Soy un aporte para la sociedad, he pagado impuestos siempre o casi siempre”.
Finalmente, dijo que era inocente, que fue inculpado y que solo cometió errores, por lo que acudirá a la Corte Interamericana para que revisen su caso.
El condenado podrá optar a beneficios recién el año 2053, cuando tenga 85 años.