Santiago, 4 nov (Sputnik).- Ni completamente privado ni todo estatal. El presidente de Chile, Gabriel Boric, presentó esta semana un proyecto de reforma que reemplaza las actuales Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) por un modelo mixto, con aportes fiscales y un sistema de fondo solidario.
El mandatario presentó la iniciativa al Congreso bajo el nombre Sistema Mixto de Pensiones y explicó en un discurso televisivo que la finalidad es incrementar el monto que reciben los pensionados en su vejez, una demanda que ha sido impulsada durante décadas por la sociedad chilena. De hecho, los dos antecesores de Boric,
Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) y Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022) intentaron reformar el actual modelo durante sus mandatos, sin éxito en cambiar lo sustancial.
Lo propuesto por Boric es que las pensiones de los jubilados ya no solo se financien con el mismo dinero ahorrado por los trabajadores, sino con un modelo que consta de tres pilares: el primero se pagará con el 10% del sueldo del empleado, que se irá a un fondo de ahorro individual exclusivo para él; el segundo, es financiado por el fisco a través de un programa llamado Pensión Garantizada Universal, que entrega más dinero a aquellos que menos reciben, y el tercero es un fondo solidario, punto que generó más controversia.
Este fondo solidario o fondo de seguro social establece que cada empleador debe aportar el 6% del sueldo de su funcionario (con dinero de la empresa) a un pozo común, que será administrado por un ente estatal y se utilizará para aumentar las pensiones de los más necesitados y de las mujeres, considerando que muchas no pueden ahorrar lo mismo que los hombres debido a que realizan labores de cuidados no remunerados.
“Este 6 por ciento a cargo de los empleadores irá mejorando las pensiones de todos, pues funcionará como un nuevo seguro social y permitirá, por ejemplo, cubrir lagunas previsionales (tiempo no trabajado) de quienes queden desempleados. Esta es una reforma que ha sido postergada por más de 15 años, entendiendo que el actual sistema está en crisis y las pensiones no alcanzan para que la gente sostenga una vida digna en su vejez”, argumentó el jefe de Estado en televisión abierta.
El proyecto del Ejecutivo propone además terminar con el negocio de las empresas privadas AFP. De aprobarse el proyecto en el Congreso, estas compañías desaparecerán para dar espacio a nuevos entes públicos y privados en un modelo que fomentará la competencia.
CON MI PLATA NO
Los partidos de derecha, los dueños de las actuales Administradoras de Fondos de Pensiones y un grupo político/ciudadano llamado Con Mi Plata No reaccionaron negativamente al anuncio, criticando en particular la parte del nuevo seguro social. El sector conservador está en contra de que este dinero se use de manera solidaria y pide que los empleadores le entreguen ese 6% directamente a cada trabajador.
“Estamos preocupados por el destino del 6%, hemos sostenido como agrupación que es más justo y solidario que esa plata vaya destinada a las cuentas de capitalización individual de cada trabajador, por cuanto la rentabilidad que se otorga es mayor”, dijo al medio Emol el dirigente de Con Mi Plata No, Francisco Orrego.
Por su parte, el diputado Guillermo Ramírez, del partido Unión Demócrata Independiente (derecha), señaló en conferencia de prensa que si bien comparte con el presidente la necesidad de modificar el sistema, le parece “injusto y contrario a lo que quieren los chilenos que la cotización de los trabajadores no vaya a sus cuentas personas, sino a un fondo de reparto”.
Trabejita, la mascota virtual del ministerio del Trabajo en redes sociales, publicó un cómic llamado Con Mi Plátano, donde una abeja y una fruta explican, en una clara parodia a la organización Con Mi Plata No, las ventajas del nuevo sistema de seguro social. Asimismo, el ministerio desmitificó una serie de afirmaciones que rondan en redes desde que se hizo el anuncio. “Esta reforma no expropiará tus ahorros, mantendrá las cuentas individuales y no te obligará a que el Estado invierta tus ahorros, pues el sistema será mixto, con entes públicos y privados”, consignó.
El actual sistema de AFP fue creado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973 – 1990). Consiste en un modelo que obliga a todos los trabajadores a invertir el 10% de sus sueldos en una de las siete empresas privadas existentes. Los bajos montos de las pensiones entregadas por las AFP y las multimillonarias ganancias que estas reportan cada año fueron uno de los motivantes de las protestas del estallido social de 2019, donde una de las principales demandas fue terminar con este sistema. (Sputnik)