Una débil señal de luz, cercana al color rojo, jamás observada en el cielo, proviene de una galaxia que se sitúa más lejos que todas las previamente descubiertas, según un equipo de astrónomos.
Para poder divisarla, los investigadores combinaron un total de 1.200 horas de observaciones con cuatro telescopios distintos: el Subaru (con sede en Japón), el VISTA (parte del Observatorio Paranal en Chile), el UKIRT (Hawái) y el telescopio espacial Spitzer (estuvo en órbita hasta enero de 2020). Además, recurrieron al telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, Chile) para precisar a qué distancia se encontraba la fuente cuando emitió esta señal.
El resultado de esta labor, que el Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard compartió el 7 de abril por medio de un comunicado, es la distancia de 13.500 millones de años luz.
Este valor significa que la luz requirió este tiempo para viajar hacia la Tierra desde una región muy lejana del espacio y se sitúa cerca de la edad del propio universo, que ronda 13.800 millones de años, según las estimaciones vigentes.
Para este nuevo objeto, designado HD1 y apenas visible incluso para los telescopios, la fotometría apuntó a un corrimiento al rojo cerca de 13,3, mientras que la galaxia más lejana conocida antes de este descubrimiento (la GN-z11, registrada en el 2016) tenía el corrimiento de 11,1.
A partir de este dato, los científicos creen que la nueva candidata a galaxia es particularmente brillante, algo que sugiere que objetos muy brillantes han existido desde los comienzos del universo.
“Fue un trabajo muy duro el de encontrar la HD1 entre más de 700.000 objetos”, dijo en un comentario el astrónomo Yuichi Harikane, de la Universidad de Tokio, quien descubrió a la candidata. “El color rojo de la HD1 campaginó sorprendentemente bien con las características esperadas de una galaxia a 13.500 millones de años luz de distancia, lo que me puso un poco la piel de gallina cuando lo encontré”, recordó.
El equipo propuso dos ideas para explicar el brillo extraordinario que permitió a los rayos provenientes del objeto en cuestión alcanzar a la Tierra.
Primero, esta supuesta galaxia podía estar formando estrellas “a un ritmo asombroso”, y entonces, estarían entre las primeras estrellas del universo. Otra opción es que el HD1 puede contener un agujero negro supermasivo de aproximadamente 100 millones de masas solares, algo que contribuiría a una inusual liberación de energía.
Esta candidata a galaxia es uno de los dos objetos descritos en el artículo que el equipo investigador redactó para The Astrophysical Journal. Y el otro también tiene un corrimiento al rojo que supera el valor 12, que supone que también bate el récord de la mencionada galaxia GN-z11.