Se trata de 13 expedientes que se suman a los 10 cuadernos desclasificados que a mediados de 2017 fueron restaurados y digitalizados. Contienen imágenes e información sobre la forma en la que se investigó a los grupos nazis.
Estos archivos permiten conocer cómo actuaba la red paramilitar que ingresaba al territorio por medio de la Embajada alemana para asentarse en diferentes regiones de Chile. Desde allí reclutaron a jóvenes de origen alemán y espiaron los movimientos de tropas chilenas y de otros países de América Latina.
Según declaró la directora del Archivo Nacional, Emma de Ramón, estos documentos —en los tomos figuran informes, oficios, telegramas, circulares, cédulas de identidad, fotografías y pasaportes— permiten comprender que “la Segunda Guerra Mundial también entró a América Latina con recursos, tecnologías y personas”.
El Departamento 50, parte de la inteligencia de la policía civil chilena, fue creado el 1941, cuando se dio a conocer que algunos grupos nazis se asentaron en el sur del país. El objetivo de estas organizaciones fue controlar el tránsito por el estrecho de Magallanes, un punto de comunicación estratégico. En 1942, el Departamento 50 consiguió desbaratar una estación de radio nazi que operaba en Chile y que transmitía mensajes encriptados a Alemania sobre los itinerarios de los buques mercantes del bando aliado.
Los documentos del Departamento 50 tenían un carácter confidencial por contener información de inteligencia policial.