Durante esta mañana distintas autoridades y militantes del Partido Comunista llegaron hasta el Cementerio General, en la comuna de Recoleta, luego de que la tumba y memorial de la ex diputada Gladys Marin fuera vandalizada por un grupo extremista, quienes plasmaron distintas consignas ofensivas en su contra.
La primera tarea fue limpiar los rayados de la estructura, situación compleja de acuerdo a los propios militantes debido a la adhesión de la pintura utilizada. A pesar de esto, aseguraron estar felices de poder colaborar en esta labor.
Respecto al ataque, desde el partido condenaron los hechos, aunque reconocen no sentirse sorprendidos.
El alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, declaró estar en contra de todo tipo de violencia, incluso defendiendo la tumba de Jaime Guzman cuando esta fue atacada, e hizo un llamado a los responsables a tener más coherencia en sus actos.
Desde el Instituto Nacional de Derechos Humanos, el director subrogante, Cristián Pertuzé, calificó como inaceptables los rayados a la tumba, exigiendo el fin a los signos de intolerancia.
Este lunes finalizarán las labores de limpieza del memorial de Gladys Marin, las cuales deberán ser autorizadas por la dirección del Cementerio General, debido a las modificaciones que serán necesarias para que la estructura vuelva a quedar como estaba antes del ataque.