Trasplantado con un corazón de cerdo apuñalo a un hombre y lo dejó paralítico en 1988

La familia de la víctima cuestionó si David Bennett merecía recibir el trasplante, pero la comunidad médica se expresó categóricamente en contra de la privación de asistencia por un historial delictivo.

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El paciente se siente bien, tres días después de la cirugía.

David Bennett, de 57 años, que hace días se convirtió en la primera persona a la que le fue trasplantado un corazón de cerdo, fue condenado por apuñalar a un hombre y dejarlo paralítico en 1988, relató la familia de la víctima a The Washington Post.

De acuerdo con la publicación, Bennett golpeó en la espalda a Edward Shumaker y luego lo apuñaló 7 veces en el abdomen, en el pecho y en la espalda, después de ver a su esposa junto a Shumaker.

David Bennett huyó del lugar de los hechos, pero fue detenido, declarado culpable de agresión y portar un arma oculta y condenado a 10 años de prisión.

También, debía pagar a la familia de la víctima una multa de más de 3 millones de dólares, pero según la hermana de Shumaker, nunca lo hizo. Tras pasar en la cárcel 6 años, Bennett salió en libertad en 1994.

En cuando a Shumaker, quedó paralítico por las heridas sufridas y estuvo durante 19 años en una silla de ruedas. En el 2005, tuvo un derrame cerebral y falleció 2 años después.

La hermana de Shumaker, Leslie Shumaker Downey, afirmó que Bennett ha vivido “una buena vida” tras el ataque y la sentencia. “Ahora tiene una segunda oportunidad con un corazón nuevo, pero me gustaría, en mi opinión, que [el corazón] hubiera ido a un receptor merecedor“, dijo.

Médicos en contra de la división por el historial criminal

Mientras tanto, Arthur Caplan, profesor de bioética en la Universidad de Nueva York, se expresó en contra de la idea de dividir a pacientes en grupos debido a su historial criminal.

“El principio clave en la medicina es tratar a cualquier persona que está enferma independientemente de quiénes son”, declaró, agregando que no se trata de un negocio “de separar a pecadores de santos”.

Scott Halpern, profesor de ética médica en la Universidad de Pensilvania, afirmó, a su vez, que “tenemos un sistema legal diseñado para determinar un resarcimiento justo por crímenes”. “Y tenemos un sistema de salud que tiene por objetivo prestar asistencia sin tener en cuenta el carácter personal o la historia de las personas”, destacó.

Desde el hospital de Baltimore, donde se realizó la cirugía, indicaron que prestan asistencia a “cada persona que llega a través de sus puertas basándose en sus necesidades médicas, no en sus antecedentes o circunstancias de vida”, precisando que la decisión sobre la operación de Bennett se tomó teniendo en cuenta “solo sus registros médicos”.