Telescopio en Chile detecta campo magnético de galaxia a 11.000 millones de años luz

El coautor y astrónomo de ESO, Rob Ivison, dijo que el descubrimiento abre "una nueva ventana al funcionamiento interno de las galaxias, porque los campos magnéticos están vinculados al material que está formando nuevas estrellas".

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Imagen de WikiImages en Pixabay

Montevideo (Mesa Américas), 7 sep (Sputnik).- Un equipo de astrónomos detectó el campo magnético más lejano en una galaxia hallado hasta el momento usando el telescopio ALMA, ubicado en el desierto chileno de Atacama (norte), informó el miércoles el Observatorio Europeo Austral (ESO, por su sigla en inglés) en un comunicado.

“Utilizando el conjunto de antenas ALMA, el equipo ha descubierto un campo magnético completamente formado en una galaxia distante, similar en estructura a lo que se observa en galaxias cercanas. El campo es aproximadamente 1.000 veces más débil que el campo magnético de la Tierra, pero se extiende a lo largo de más de 16.000 años luz”, explicó la entidad.

La luz de esta galaxia tardó más de 11.000 millones de años en llegar hasta la Tierra, desde donde puede verse como era cuando el universo tenía solo 2.500 millones de años.

Observar un campo magnético completamente desarrollado tan temprano en la historia del universo indica que los campos magnéticos que abarcan galaxias enteras pueden formarse rápidamente mientras éstas aún están creciendo, dijeron los científicos.

“Este descubrimiento nos da nuevas pistas sobre cómo se forman los campos magnéticos a escala galáctica”, explicó James Geach, profesor de astrofísica en la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido) y autor principal del estudio publicado el miércoles en la revista Nature.

El equipo explicó que para llevar a cabo esta detección, se buscó la luz emitida por el polvo de una galaxia distante, llamada 9io9.

Cuando hay un campo magnético, el polvo tiende a alinearse y la luz que emiten se polariza, por lo que las ondas de luz oscilan en una dirección definida, explicaron los astrónomos.

El equipo cree que la intensa formación estelar en el universo temprano podría haber jugado un papel en la aceleración del desarrollo de los campos.

El coautor y astrónomo de ESO, Rob Ivison, dijo que el descubrimiento abre “una nueva ventana al funcionamiento interno de las galaxias, porque los campos magnéticos están vinculados al material que está formando nuevas estrellas”.

Hasta el momento, la comunidad científica no tiene claro en qué momento de la vida temprana del universo o con qué rapidez se forman los campos magnéticos en la galaxia. (Sputnik)

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