El estudio, publicado el jueves en la revista científica Current Biology y dirigido por colegas de las universidades de McGill y Toronto Mississauga, en Canadá, encontró que los hombres (y los ratones machos) recordaban claramente las experiencias dolorosas anteriores.
Las mujeres (y las hembras) no parecían sentirse estresadas por sus experiencias anteriores de dolor. Los investigadores creen que la robusta naturaleza traslacional de los resultados, desde ratones hasta hombres, potencialmente ayudará a los científicos a avanzar en su búsqueda de futuros tratamientos para el dolor crónico.
“Nos propusimos hacer un experimento para observar la hipersensibilidad al dolor en ratones y encontramos estas sorprendentes diferencias en los niveles de estrés entre ratones machos y hembras”, explica el autor principal del estudio, Jeffrey Mogil, profesor de Estudios del Dolor en el Departamento de Psicología de McGill y del Centro Alan Edwards para la Investigación del Dolor.
A su juicio, lo que fue aún más sorprendente fue que los hombres reaccionaron más al dolor que ya habían experimento antes, ya que se sabe bien que las mujeres son más sensibles al dolor que los hombres y que en general también están más estresadas.
“Este es un hallazgo importante porque cada vez hay más evidencia que sugiere que el dolor crónico es un problema en la medida en que lo recuerdas, y este estudio es la primera vez que muestra un recuerdo del dolor utilizando un enfoque de traslación, tanto de roedores como de humanos”, ha sostenido Loren Martin, primer autor del artículo y profesor asistente de Psicología en la Universidad de Toronto Mississauga.
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