Moscú 9 de mayo de 2025.- Rusia celebró el 80.º aniversario del Día de la Victoria con un desfile militar en la Plaza Roja. La ceremonia, una de las más significativas del calendario ruso, incluyó un amplio despliegue de equipos militares, participación de tropas extranjeras y la asistencia de líderes internacionales.
Participación de tropas y equipamiento militar
Durante el desfile participaron 183 unidades de equipo militar, incluyendo tanto vehículos históricos como tecnología moderna del Ejército ruso. Encabezaron la formación los tanques T-34 y piezas de artillería SU-100, seguidos por modelos actuales como los T-90M Proryv, vehículos blindados Tigre-M, drones de reconocimiento y sistemas antiaéreos S-400 Triumf.
Entre los vehículos destacados se encontraban:
Ambulancias blindadas Linza y vehículos de apoyo.
Obuses MSTA-S y lanzamisiles Tornado-S.
Sistemas Iskander-M y drones como Orlán-10 y Lancet-52.
Cazas Su-30 y MiG-29, además de aviones Su-25 que tiñeron el cielo con los colores de la bandera rusa.
También desfilaron efectivos rusos condecorados por su participación en operaciones militares activas.
Líderes internacionales y delegaciones extranjeras en Moscú
Más de 20 jefes de Estado asistieron al evento. Entre ellos estuvieron los presidentes de China (Xi Jinping), Venezuela (Nicolás Maduro), Cuba (Miguel Díaz-Canel), Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva) y Serbia (Aleksandar Vucic), además de mandatarios de países de Asia Central, África y Medio Oriente.
Además, participaron contingentes militares de 13 naciones, incluyendo Vietnam, Egipto, Kazajistán, China y Uzbekistán, quienes desfilaron junto a tropas rusas en la Plaza Roja.
Contexto político y tensiones internacionales
La conmemoración se dio en un contexto de tensión diplomática. El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, advirtió a los asistentes que su país no garantizaba la seguridad en territorio ruso, declaraciones que el gobierno ruso calificó como una “amenaza terrorista”.
Desde la Unión Europea, la alta representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, sugirió que la participación en el desfile podría tener consecuencias diplomáticas, llamando a los países miembros y candidatos del bloque a abstenerse de asistir. En respuesta, la portavoz rusa María Zajárova criticó estas declaraciones, equiparándolas con métodos de presión propios de “mafias y piratas”.
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