Esto, claro, ha sido informado -o al menos expresado- por un funcionario gringo a una agencia de noticias.
Cabello, considerado el hombre más poderoso de Venezuela después de Maduro, se reunió el mes pasado en Caracas con una persona que está en contacto cercano con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, señaló el funcionario. Se está organizando una segunda reunión, pero aún no se ha llevado a cabo.
La agencia no dio el nombre del intermediario ni los detalles sobre el encuentro con Cabello por temores a que esa persona pudiera sufrir represalias. El funcionario estadounidense habló a condición de guardar el anonimato porque no está autorizado a declarar sobre los contactos, que aún son preliminares.
Cabello ejerce mucho poder dentro de Venezuela, y su influencia en el régimen y en las fuerzas de seguridad ha aumentado a medida que el poder de Maduro se ha debilitado. Perolas autoridades estadounidenses también han acusado a Cabello de estar detrás de enormes actos de corrupción, narcotráfico e incluso amenazas de muerte hacia un senador estadounidense en funciones.
Se están llevando a cabo contactos similares con otros altos funcionarios venezolanos, señaló el funcionario estadounidense, y la Casa Blanca está limitándose a escuchar qué se requeriría para que traicionen a Maduro y respalden un plan de transición.
Cabello no respondió a una solicitud de comentarios.
Sin embargo, un asesor de Cabello dijo que Estados Unidos ha estado realizando crecientes y desesperados intentos por contactarlo. El asesor rechazó la idea de que el dirigente socialista estuviera traicionando a Maduro de alguna forma, y dijo que Cabello sólo se reuniría con estadounidenses contando con el permiso del presidente y si ello contribuye a que Washington cancele las sanciones que él responsabiliza de doblegar a la economía venezolana, fuertemente dependiente del petróleo. El asesor habló a condición de guardar el anonimato porque carece de autorización para declarar públicamente sobre asuntos políticos.
Una persona al tanto del encuentro en julio dijo que Cabello parecía tener amplios conocimientos y llegó bien preparado a la reunión con el enviado respaldado por Estados Unidos, con una comprensión clara de los problemas políticos de Venezuela. La persona también habló a condición de guardar el anonimato porque no tiene autorización para declarar sobre el asunto.
A medida que la crisis de Venezuela se alarga, ha surgido un patrón predecible en el que Juan Guaidó, al que Estados Unidos y docenas de otros países reconocen como presidente legítimo de Venezuela, no ha logrado granjearse el respaldo de las fuerzas armadas y con ello ascender al poder. A la vez Maduro carece de fuerza suficiente para aprehender a su rival o rescatar la maltrecha economía en medio de sanciones estadounidenses cada vez más intensas. Este mes, Washington aplicó una nueva ronda de sanciones que incauta todos los activos del gobierno de Maduro en Estados Unidos y amenaza con penalizar a compañías de terceros países que continúen realizando negocios con él.
Las conversaciones patrocinadas por Noruega entre la oposición y el gobierno han avanzado lentamente y fueron suspendidas este mes por Maduro, que acusó a Guaidó de celebrar el “bloqueo brutal” de Estados Unidos. Ni Cabello, ni las fuerzas armadas venezolanas ni la Casa Blanca están participando en esas conversaciones.