Nuevo dinosaurio chileno con “pico de pato” vivió hace 72 millones de años.

Este fue el inicio de una intensa investigación llevada a cabo por los paleontológicos de la Universidad de Chile.

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Universidad de Chile
En 2013, una expedición del Instituto Antártico Chileno liderada por su director, el doctor Marcelo Leppe, destapó fragmentos de huesos amarillentos en el fondo de una ladera del valle del río de Las Chinas, una zona cercana a Torres del Paine, en la Patagonia chilena.
Este fue el inicio de una intensa investigación llevada a cabo por los paleontológicos de la Universidad de Chile.

Los huesos desenterrados, entre otros fósiles, incluían material craneal, vértebras cervicales, dorsales y caudales, costillas, huesos de brazos y piernas. Tras casi una década de trabajo, los investigadores no solo lograron identificar una nueva especie de dinosaurio, sino también reconstruir digitalmente su esqueleto, iniciando un debate sobre el misterio evolutivo que supone su descubrimiento.
Los fósiles del dinosaurio Gonkoken nanoi - Sputnik Mundo, 1920, 19.06.2023
Los fósiles del dinosaurio Gonkoken nanoi
La nueva especie es un animal herbívoro que vivió hace 72 millones de años en el extremo sur de lo que hoy es Chile. Medía hasta cuatro metros de largo, pesaba hasta una tonelada y estaba dotado de un pico de pato. Anteriormente, los científicos sugerían que todas las variedades de hadrosáuridos encontradas en Latinoamérica evolucionaron a partir de una, que había llegado de Norteamérica hace más de 70 millones de años.
Sin embargo, el descubrimiento de esta especie “pico de pato” más primitiva en una zona más meridional sugiere que hubo más de una migración desde Norteamérica, según nuevo estudio publicado en la revista Science Advances.
Alexander Vargas, director de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile y uno de los autores del estudio, señaló que “se trataba de dinosaurios de aspecto esbelto, que podían adoptar fácilmente una postura tanto bípeda como cuadrúpeda para alcanzar la vegetación en altura y a ras del suelo”. Tenían grandes picos aplanados en el extremo, similares a los de un pato, pero con bordes más afilados.
Alarcón-Muñoz explicó que el nombre Gonkoken tiene su origen en la lengua aónikenk (Tehuelches del sur) de los nativos que habitaban la región donde se encontró esta especie. En cuanto al término “nanoi”, se utilizó en honor a Mario Nano Ulloa, que fue el primero en encontrar huesos de dinosaurio en el valle del río de las Chinas y prestó una ayuda logística clave durante las expediciones.
Los científicos destacaron la importancia científica de su hallazgo, señalando que el descubrimiento les permitió conocer mejor cómo eran los antepasados de las especies conocidas de hadrosáuridos.