San Joaquín, 16 de diciembre de 2024 – El Museo Ferroviario, conmemorando 40 años de trayectoria, se posiciona como un espacio dedicado a la preservación de la historia ferroviaria en Chile. Bajo la dirección de Nicolás Troncoso, el museo se ha dedicado a recuperar y exhibir piezas icónicas, como locomotoras y carros antiguos, que forman parte del patrimonio histórico del país. Según Troncoso, “nuestra responsabilidad es poner a disposición de la ciudadanía esas locomotoras, esos carros, esas historias en el fondo”. Además, el museo busca ser un lugar de encuentro intergeneracional, fomentando una visión común sobre el pasado y el futuro del patrimonio ferroviario.
La importancia del patrimonio industrial
Durante su intervención en el programa radial “Patio del Sur”, de Gabriel Miranda. Troncoso resaltó que el patrimonio industrial en Chile ha sido históricamente desatendido. Explicó que las políticas de preservación suelen enfocarse en casas antiguas u otros elementos arquitectónicos, dejando de lado espacios como el museo. Según el director, “el patrimonio industrial ha estado siempre muy, muy abandonado”. Este descuido se traduce en problemas significativos para instituciones como el Museo Ferroviario, que opera como una fundación sin fines de lucro y depende en gran medida de recursos privados.
Falta de apoyo estatal y desafíos actuales
El director fue enfático al señalar la falta de políticas de Estado para el apoyo del patrimonio ferroviario. Aunque las locomotoras históricas son propiedad del Estado, no se destinan fondos suficientes para su conservación. Troncoso indicó: “El Estado es dueño de las locomotoras, pero quiere que por arte de magia estén limpias, bonitas y disponibles para la ciudadanía. Y la magia no existe”. Esta situación ha puesto al museo en una posición crítica, donde las necesidades operativas no pueden satisfacerse completamente debido a la falta de financiamiento.
Un llamado a la acción
En sus declaraciones, Troncoso subrayó la importancia de la participación ciudadana y la implementación de políticas públicas a largo plazo para garantizar la preservación del patrimonio ferroviario. “La cultura sin público no funciona. Esto necesita política y decisión de Estado, y no una decisión de corto plazo”, afirmó. El museo, por su parte, sigue trabajando para mantener viva la memoria histórica e invita a la ciudadanía a visitar sus instalaciones y formar parte activa de este esfuerzo colectivo.
El Museo Ferroviario continúa su labor de proteger y difundir la rica historia del ferrocarril chileno, enfrentando con determinación los desafíos que plantea la falta de apoyo estatal.