Más de 900.000 salmones escaparon el pasado 5 de julio de un criadero en la isla Huar, en el sur de Chile, a causa de una tormenta, lo que “generó un daño irreversible” en el ecosistema de dicho país latinoamericano, informan medios locales.
La ‘fuga’ tuvo lugar cuando, a raíz de un temporal, los salmones salieron de sus jaulas en el criadero de la empresa noruega Marina Harvest. “El escape se considera una fatalidad, creemos que esto generó un daño ecosistémico irreversible”, dijo Lisbeth Van der Meer, veterinaria especializada en salmonicultura, manejo de recursos naturales y economía pesquera.
Debido a la gran cantidad de ejemplares huidos, Van der Meer teme que el daño será muy grande en las cercanías de dicha isla, ya que esta especie consumirá “cualquier otra especie que sea más pequeña que ella”. Según la experta, cada ejemplar pesa unos 3,4 kilos, lo que se traduce en la pérdida de tres millones de kilos de salmón.
Van der Meer también cuestionó la versión ofrecida por la empresa noruega y denunció su “falta de seriedad” para llevar a cabo los protocolos y fiscalizaciones de seguridad de dicho ámbito en Chile.
Varias organizaciones dedicadas a la protección del medioambiente calificaron la situación de “máxima gravedad” debido al daño que producirán los salmones en el hábitat, así como porque la mitad de los ejemplares escapados estaban siendo tratados con elevadas dosis de antibiótico florfenicol.
La empresa noruega tiene un mes de plazo para recuperar al menos el 10% de los peces extraviados, so pena de perder la licencia en el país sudamericano, que es el segundo mayor productor de salmón del mundo, solo por detrás de Noruega. Hasta el momento, durante la operación de captura se han recuperado, hasta este jueves, apenas unos 28.000 ejemplares.