La caída del barril de petróleo: bendición para algunos, maldición para todos

La decisión de Arabia Saudí de provocar un desplome en el precio del petróleo se enmarca en la voluntad de favorecer al mercado estadounidense, sostuvo el especialista ecuatoriano en temas petroleros Augusto Tandazo. En diálogo con Sputnik, el analista calificó la situación como "una maldición para la Humanidad".

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La explicación de la caída del precio del petróleo se explica por la “sobreoferta por debajo de la mesa” que fomentan algunos países como Arabia Saudí, explicó a Sputnik el analista ecuatoriano especializado en temas petroleros Augusto Tandazo.

En las últimas horas, el precio del crudo Brent cayó un 31%, ubicándose en 31,43 dólares. La disminución en el precio se desencadenó tras la ruptura del acuerdo entre los países de la OPEP+ —la Organización de Países Exportadores de Petróleo y 11 productores independientes, incluída Rusia— para reducir la producción de petróleo y el anuncio de la petrolera saudí Aramco para bajar el precio a sus consumidores.

Para explicar lo que está sucediendo en el mercado de petróleo, Tandazo propuso un simple ejercicio matemático: “El mundo demanda diariamente 100 millones de barriles de petróleo y los países que no integran la OPEP producen más o menos 64 millones de barriles. Eso querría decir que la OPEP produce 36 millones. Pero ¿cuánto produce la OPEP? Oficialmente produce 30 millones de barriles, que son más o menos las cuotas que tienen fijadas. Surge entonces la pregunta de quién produce los seis millones que faltan”.

Tandazo indicó que al analizar el origen de esos seis millones, se descubre que “hay una sobreoferta de petróleo por debajo de la mesa que mantienen determinados países alineados con el mundo industrializado y que son Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irak”.

En ese sentido, puso como ejemplo que mientras Arabia Saudí declara producir 9,7 millones de barriles, “en la práctica produce 12,5 millones”.

El analista indicó que el mercado de petróleo se comporta “de forma muy sencilla” de acuerdo a las leyes de oferta y demanda, por lo que esa sobreproducción de petróleo provoca un caída en los precios internacionales. Por el contrario, mantener los precios de acuerdo a los compromisos, señaló, debería colocar al barril en unos 200 dólares como mínimo.

“El precio del petróleo está absolutamente manipulado y manejado por intereses de los países industrializados. Ellos nos dicen que son los paladines del libre mercado y que hay que dejar fluir pero ellos manipulan el precio por el lado de la sobreoferta”, ilustró.

Según Tandazo, ese tipo de manipulaciones siempre buscan justificarse en factores externos como, en este caso, el brote de coronavirus. Para el experto, las dificultades que afronta China a partir del virus no son suficientes para explicar un derrumbe en el precio de tal magnitud. “Se aprovechan de esto para ofrecerle un mejor precio a las trasnacionales y los países industrializados”, comentó.

El experto también atribuyó al “chantaje político” de EEUU sobre Medio Oriente la postura de Arabia Saudí de provocar una caída de precios a pesar de ser un país productor de petróleo. Al respecto, recordó que en la década del ochenta EEUU cambió su estrategia con respecto a los países petroleros para, en lugar de enfrentarlos, “hacerlos sus amigos” y lograr que inviertan en la economía estadounidense.

“Cuando tienes tus inversiones en determinada banca o bolsas de valores, no te interesa que quiebren esos sistemas financieros porque ahí están tus ahorros de décadas”, sostuvo, respecto de las inversiones saudíes en EEUU. Así, estos países se convierten en “socios que tienen que defender la estabilidad de las economías que actuaron de forma irresponsable bajo el modelo neoliberal”.

Para Tandazo, “seguimos teniendo un mundo industrializado de Occidente que quiere solucionar sus crisis y problemas a costa de los productores de materias primas, no solo el petróleo sino también otras”.

“Es un mundo en el que prácticamente unos viven a costa de otros y en el que la opulencia, el confort y el desarrollo de determinadas sociedades solo se puede explicar a partir de la pobreza y la pauperización que se produce en otras”, sintetizó.

El experto ecuatoriano precisó que mientras el derrumbe de los precios es visto como una “bendición” por parte de EEUU y organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, se trata de una “maldición” para los países productores.

Pero además, “para la Humanidad en su conjunto también es una maldición, porque se está consumiendo un producto no renovable e insustituible que cuando pasen los años nos daremos cuenta de que lo hemos desperdiciado y los hemos vendido y comprado más barato que la Coca-Cola”.