Se trata del submarino U-864, que desde 1945 yace cerca de la isla de Fedje, a unos 150 metros de profundidad. Este sumergible tiene a bordo 65 toneladas de mercurio y se cree que también pudo haber transportado 2 toneladas de óxido de uranio.
Hoy en día esta ‘bomba de mercurio’, tal y como lo llaman, varios científicos, es “capaz de destruir el mar del Norte”, opina el ambientalista noruego y miembro de la Asociación Noruega de Protección Ambiental, Kurt Oddekalv.
Hasta la fecha los especialistas noruegos barajaron dos posibles opciones para eliminar el peligro: el plan A implicaba levantar el submarino del fondo del mar, mientras que el plan B preveía instalar un sarcófago, informa el periódico ruso Izvestia.
En la Asociación Noruega de Protección Ambiental criticaron la decisión de enterrar los escombros del submarino en el fondo del mar. En el ente consideran que las capas del sarcófago hechas de arena y piedra no eliminan la posibilidad de una fuga del mercurio.
El jefe del centro de consulta ecológica y monitoreo Projor, Timoféi Surovtsev, destacó durante una conferencia de prensa celebrada en Moscú que Noruega es una región sísmicamente peligrosa y puede ser sacudida en cualquier momento. De acuerdo con el ecólogo, en este caso no quedará nada del sarcófago.
“El mercurio penetraría rápidamente en el mar del Norte, posteriormente en el mar de Barents y alcanzaría las costas de Rusia. Toda la pesca rusa del Ártico sería aniquilada”, declaró.
“Aparte de una contaminación de origen humano tendremos una contaminación radiológica, que durará miles de años”, aseveró.
El hijo de Kurt Oddekalv, quien también es el miembro de la Asociación Noruega de Protección Ambiental, comunicó que el proyecto que quieren realizar las autoridades noruegas con el U-864 costará más de 51,7 millones de dólares. El precio de plan A llegará a más de 211 millones de dólares. Sin embargo, las consecuencias de un posible accidente serán mucho más costosas ya que podría tratarse de una catástrofe global.