La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha desatado una ola de críticas por parte de la Iglesia Católica y figuras de la derecha francesa. El punto focal de la controversia se centra en una escena titulada “Festividad”, que presentó una interpretación moderna de “La Última Cena”.
La Conferencia Episcopal Francesa emitió un comunicado expresando su descontento: “A pesar de que la ceremonia de apertura ofreció al mundo entero maravillosos momentos de belleza y alegría, lamentablemente incluyó escenas de escarnio y burla del cristianismo”. Los obispos manifestaron su solidaridad con “todos los cristianos de todos los continentes que se han sentido heridos por la desmesura y la provocación de ciertas escenas”.
La escena en cuestión presentaba una reinterpretación de “La Última Cena” con drag-queens, una modelo trans y el cantante Philippe Katerine, quien aparecía casi desnudo con atributos de Dionisos, el dios griego del vino y la fiesta. Esta representación ha sido considerada por muchos como una provocación innecesaria.
La reacción no se limitó a Francia. La Conferencia Episcopal Española se sumó a las declaraciones, mientras que desde Chile, el arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, expresó su decepción en redes sociales, calificando la escena como una “parodia grotesca” de la Eucaristía.
Por su parte, los organizadores del evento han defendido su visión artística. Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París, afirmó que la intención era “mostrar la diversidad de Francia” y no ser subversivos. Destacó que la ceremonia buscaba transmitir “mensajes fuertes de sororidad y amor”, enfatizando la importancia de la libertad de expresión en Francia.
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Este incidente ha reavivado el debate sobre los límites de la expresión artística y el respeto a las creencias religiosas en eventos de alcance global como los Juegos Olímpicos. Mientras la Iglesia Católica llama a una mayor consideración de los sentimientos religiosos, los organizadores defienden su derecho a presentar una visión diversa y contemporánea de la cultura francesa