Arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel encontraron cerca de la ciudad de Cesarea Marítima restos de dos buques pertenecientes a dos épocas diferentes: el periodo romano y el mameluco.
Uno de los barcos tiene aproximadamente 1.700 años de antigüedad, mientras que el otro, según los investigadores, data del siglo XIV. Con casi 1.000 años de diferencia, las dos naves naufragaron en la misma zona a unos metros de la costa del actual territorio de Israel.
Los pecios de los buques y sus cargamentos se encontraban dispersos en el fondo del mar a tan solo cuatro metros de profundidad. Según los especialistas de la Unidad de Arqueología Marina de la AAI, las naves probablemente estaban ancladas cerca de la costa cuando empezó una tormenta y se las llevó a alta mar.
El tesoro marino consta de cientos de monedas romanas de plata y bronce, que datan de mediados del siglo III, y un conjunto de monedas de plata del período mameluco.
Tambien se halló una figurilla de águila, símbolo del poder militar romano, hecha de bronce; una estatuilla de un pantomimo romano con una máscara cómica; numerosas campanas de bronce que se utilizaban para alejar a los malos espíritus; y vasijas de cerámica.
Los artículos encontrados incluyen varios objetos personales de las víctimas de los dos naufragios, que los investigadores presentaron en un video publicado este martes en el canal oficial de la autoridad gubernamental en YouTube.
Entre ellos, se encuentra una piedra roja con una lira tallada en su superficie, que al parecer formaba parte de un anillo.
Otro hallazgo que destacaron los científicos es un grueso anillo de forma octogonal, hecho de oro y engastado con una piedra preciosa de color verde que tiene tallada una imagen de un pastor vestido con una túnica y con un carnero u oveja sobre los hombros.
El concepto del Buen Pastor es uno de los primeros utilizados en el cristianismo para simbolizar a Jesús, recordaron los arqueólogos y señalaron que Cesarea albergó a una de las primeras comunidades cristianas.
Los objetos encontrados en esta zona tienen “una enorme importancia arqueológica y, a veces, incluso un pequeño hallazgo conduce a un gran descubrimiento”, señaló Eli Eskozido, el director de la AAI.