Encuentran en Bio Bio bosque de árboles que podrían extinguirse en 20 años

“Se había pronosticado su extinción en los próximos 20 años y este hallazgo de un bosque de queule viene en buena hora a dar una luz a la comunidad científica para que se pueda dar paso a las investigaciones que todavía no se han podido realizar”, explicó.

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La Coordinadora Regional de Medio Ambiente informó el hallazgo de un bosque de Queule, el más antiguo y en estado puro que existiría en la zona, con árboles de más de 200 años de esta especie declarada en vías de extinción.

Aseguran que es un descubrimiento de relevancia para la comunidad científica y ambiental a nivel mundial, pues se trata de una especie de la que se ha previsto su extinción para los próximos años y que fue declarada monumento natural en 1995.

En una carta, que ingresaron este jueves en la gobernación penquista, junto al dueño del predio donde se ubica este bosque, pidieron a la autoridad que se pueda gestionar la protección del lugar, que sería único en la región.

Roberto Francesconi, vocero de la Coordinadora Regional de Medio Ambiente aseguró que es el hallazgo más importante de los últimos 50 años en la zona, con unos 150 queules agrupados en medio de 30 hectáreas de eucaliptus, en un predio entre Penco y Tomé.

“Se había pronosticado su extinción en los próximos 20 años y este hallazgo de un bosque de queule viene en buena hora a dar una luz a la comunidad científica para que se pueda dar paso a las investigaciones que todavía no se han podido realizar”, explicó.

El dueño del predio indicó que espera salvaguardarlo, para que pueda ser objeto de estudio y conservación, donde los ejemplares se muestran en óptimo estado sanitario, creciendo, alcanzando 30 metros de altura y diámetros que llegan a los 50 centímetros.

Asimismo, esperan que el lugar sea declarado patrimonio de la humanidad por reserva de la biósfera, pues cumple, a juicio de los entendidos, las condiciones para ello. Principalmente porque ya no es posible encontrar este árbol en agrupaciones tan puras, que incluso los frutos que está semillando son más grandes que un damasco.

Este árbol es el único representante de la familia Gomortegaceae, lo que significa que su desaparición implicaría la extinción de una familia botánica completa. Además es una especie endémica de esta zona, es decir, sólo existe en Chile y no tiene parientes cercanos en otro lugar del mundo.