Tres intentos han fracasado para recuperar al denominado “Hombre de Cobre”, un minero aymara que murió por el derrumbe de la mina en que trabajaba en el año 500 d.C. Las tratativas de 1990, 2005 y 2011 no fueron prósperas
La momia fue hallada en 1889 por Maurice Pidot en una mina ubicada en Chuquicamata “la Restauradora”, mientras trabajaban. Ahí descubrieron al minero aymara momificado, cubierto por una capa color verdoso, producto del contacto de la piel con el cobre y la falta de humedad. Luego de años de pasar de una mano en otra, llegó por donación al American Museum of Natural History de la ciudad de New York, Estados Unidos, desde donde hoy, 1519 años después de su muerte, mira hacia el sur, hacia su tierra andina minera.
En el año 2005 se logró que el museo estadounidense permitiera replicar la figura de la momia, la que hoy se encuentra en el Museo de Lasana, al interior de Calama. Pero para el diputado por Antofagasta y oriundo del lugar, no es suficiente. Así es como el pasado 16 de mayo presentó un proyecto de acuerdo por el que los parlamentarios de la Cámara de Diputados de Chile solicitan al Presidente de la República “que instruya todas las medidas pertinentes con el objeto de repatriar a nuestro territorio, la momia conocida como ‘el hombre de cobre’, ubicada en el museo de historia natural de Nueva York. Asimismo, procure otorgar los recursos necesarios para su adecuada conservación”. La iniciativa fue aprobada el 29 de mayo por unanimidad por los congresistas, de modo que falta esperar la respuesta del Gobierno.
Velásquez sostuvo que “en el año 2011 el Museo estadounidense se abrió a regresar a nuestro país esta pieza clave del patrimonio cultural de nuestro norte andino, el primer minero de la zona del que se tenga registros, pero desde entonces no se ha tenido ningún avance, desde el primer gobierno del presidente Piñera. Por eso hemos retomado esta intención se traer de vuelta a nuestro abuelo minero, es el antecedente más antiguo que tenemos en nuestra zona de la actividad minera del cobre, una actividad fundamental para nuestro país”.
Agregó que “no queda más que agradecer a los parlamentarios que apoyaron con su voto esta iniciativa que presenté, porque ello se traduce en un respaldo a la cultura y al patrimonio de mi tierra. Y bienvenidos quienes quieran sumarse y gestionar lo necesario, pero debemos evitar cualquier aprovechamiento político sobre el ‘hombre de cobre’, porque hablamos de un patrimonio cultural y no de dividendos políticos. Ahora tendremos que esperar que el Gobierno se comprometa con disponer los recursos necesarios para asegurar tanto el traslado como una conservación en suelo chileno al estándar exigido por el museo de historia natural de Estados Unidos, lo que significará también una inversión local, por ejemplo, un nuevo museo de alto nivel. Esto sería un verdadero acto de patriotismo”.