San Joaquín, 26 de abril de 2025.- Con el fallecimiento del papa Francisco, se declaró la sede vacante, etapa que inicia automáticamente en caso de muerte papal. La organización del cónclave queda en manos del camarlengo, en esta ocasión el cardenal Kevin Farrell, encargado de gestionar los asuntos temporales de la Santa Sede.
Durante este periodo, que incluye nueve días de luto, los cardenales tienen la tarea de viajar a Roma. El decano del Colegio Cardenalicio, Pietro Parolin, será responsable de convocarlos oficialmente.
¿Quiénes votan en la elección del nuevo papa?
De los 232 cardenales que integran el Colegio Cardenalicio, solo 135 participarán en la votación, ya que el derecho a voto está limitado a quienes no hayan cumplido 80 años antes de la sede vacante, como estipula la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.
La mayoría de los electores actuales fueron nombrados por Francisco, lo que podría influir en el perfil del próximo pontífice.
Cuándo comenzará el cónclave
Tradicionalmente, el cónclave iniciaba entre 15 y 20 días tras el fallecimiento del papa. Sin embargo, debido a una reforma introducida por Benedicto XVI, ahora puede comenzar tan pronto como estén presentes todos los cardenales electores. En este caso, se prevé que el proceso inicie antes del 5 de mayo.
Cómo funciona el cónclave y el anuncio del nuevo pontífice
El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina, donde los cardenales permanecen aislados del exterior. Las votaciones se realizan en rondas diarias, con dos sesiones por la mañana y dos por la tarde.
El método tradicional del humo sigue vigente: humo negro indica que no se ha alcanzado una elección, mientras que humo blanco anuncia la designación de un nuevo papa. Para ser elegido, un candidato necesita alcanzar al menos dos tercios de los votos, es decir, alrededor de 90 votos.
Una vez alcanzada la elección, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, proclamará la célebre frase “Habemus Papam” desde el balcón de la Basílica de San Pedro, seguido del primer discurso y bendición Urbi et Orbi del nuevo pontífice.
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