El sector comercio, servicios y turismo ha sido el más golpeado con el estallido social que comenzó el 18 de octubre.
Las grandes, medianas y pequeñas empresas han sido víctimas del vandalismo; y los saqueos e incendios tienen en vilo a algunos locales. Además, la contingencia ha limitado sus horarios de atención, lo que también ha incidido negativamente en las ventas.
Ante este escenario, Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), escribió una carta abierta a nombre del gremio dejando en claro que el sector “está contra el tiempo” y que necesita reactivarse. También emplazó a las autoridades a encontrar una solución institucional que les permita volver a trabajar.
“Dramáticos son los testimonios de pequeños y medianos empresarios del comercio, los servicios y el turismo que desde hace 42 días han sido víctimas de saqueos, incendios y diversos actos de la más cruda violencia, lo que los ha dejado prácticamente en la calle”, redactó Melero.
El presidente de la CNC lamentó que día a día los afectados ven cómo el trabajo de toda una vida “desaparece a manos de violentistas que nada tienen que ver con las justas demandas sociales de la ciudadanía”.
En su carta, expresó que la inseguridad en las principales ciudades del país durante todo este período, les ha impedido operar con normalidad afectando gravemente sus ventas.
“El pasado mes de octubre, las ventas arrojaron la caída histórica más grande en 28 años, y para noviembre el panorama no se vislumbra mucho mejor. Por estas razones el comercio, los servicios y el turismo no pueden esperar más”, sentenció.
En ese contexto, emplazó a las autoridades a encontrar urgentemente una solución institucional que les permita “volver a trabajar con normalidad, garantizando las condiciones mínimas de seguridad, especialmente para los colaboradores y consumidores de nuestras empresas”.
“Estamos contra el tiempo”, subrayó.
Por último, Melero indicó que en estas “dramáticas horas que vive Chile, todos los actores políticos deben condenar la violencia de manera total y absoluta”, e impulsar la agenda de seguridad que ha sido propuesta por el Gobierno, dotando así a las policías de las “herramientas necesarias para lograr el objetivo de paz que todo el país exige y anhela”.