Santiago en medio del caos por cierre del Metro

Estaciones incendiadas, Trinidad, Cumming y San Joaquín, Edificio de Enel en llamas,

2005

La cuarta jornada de manifestaciones y evasiones masivas en el Metro de Santiago fue la más violenta de todas, lo que obligó al Gobierno a suspender el servicio del tren subterráneo por todo el fin de semana y a invocar la Ley de Seguridad del Estado.

El Metro, a través de un comunicado, señaló que “esta medida se ha debido tomar por los graves destrozos a la infraestructura y sistemas de las estaciones en estaciones que impiden contar con las condiciones mínimas de seguridad para pasajeros y trabajadores”.

“Dada la magnitud de los daños, durante este fin de semana se realizará un catastro general de toda la red y los trabajos que se requieran para poder operar de manera segura y confiable”, agregó.

Por su parte, el ministro Andrés Chadwick detalló que “hemos invocado la Ley de Seguridad del Estado para todos aquellos que resulten responsables de causar daño en los bienes del Metro e impedir que este pueda desarrollar normalmente su funcionamiento”.

Y es que la jornada estuvo marcada por una serie de incidentes y desmanes en una serie de estaciones del Metro, lo que hizo que en un primer momento se suspendiera el servicio en la Línea 1 y 2, luego que un televisor fuera lanzado al andén.