El pasado sábado, un grupo de vecinos de la localidad de Medinaceli, en la provincia española de Soria, celebraron el Toro Jubilo, una tradicional fiesta taurina que consiste en embolar a un toro, es decir, obligarlo a llevar dos bolas de fuego en sus cuernos.
En un video difundido por la organización de defensa de los animales AnimaNaturalis se aprecia cómo los participantes inmovilizaron al astado atándolo a un poste, para luego adherir a su cornamenta dos grandes bolas de paja con brea con ayuda de cuerdas, alambres y tablas de madera.
Asimismo, la cabeza y el cuerpo del toro fueron previamente untados con barro para evitar que este sufra quemaduras y también para lograr una imagen humeante en el momento en que el lodo se calienta, detalla la ONG, indicando que la forma de embolar al animal no se ha regulado nunca y la forma de proceder ha permanecido casi sin cambios desde comienzos de la Edad Media.
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De acuerdo con la tradición, el espectáculo no acaba hasta que las bolas ardientes no se apaguen del todo sin importar el tiempo que eso lleve. Y en esta ocasión, el fuego duró por más de una hora, de modo que el animal se desplomó de cansancio en el suelo en varias ocasiones, mientras intentaba desesperadamente apagar las llamas contra el suelo.
“Vaya mierda de toro”, gritaron algunos de los presentes, ignorando el hecho de que los toros solo tienen fuerzas para correr una limitada cantidad de tiempo y que su primera respuesta ante el miedo es huir, precisa AnimaNaturalis.
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