Atenas, 23 jun (Sputnik).- El sumergible Titan que naufragó en el océano Atlántico al bajar al lugar donde se encuentran los restos del transatlántico Titanic no habría estado adaptado para bajar a profundidades tan extremas, opinó el fundador y propietario del centro de buceo Planet Blue – Diving Center, Kostas Toktaridis.
El Titan “nunca ha sido puesto a pruebas hidráulicas. A la hora de construir un batiscafo, este tiene que tener un margen de seguridad y ser probado. A la hora de descender a 4.000 metros de profundidad, el batiscafo debe soportar más presión, de 5.000 o 6.000 metros. El margen de seguridad debe ser el triple. Al fin y al cabo, en la mayoría de los casos hay personas dentro”, dijo en declaraciones a Sputnik el excapitán de un submarino similar.
Consignó que para investigar la causa del accidente hay que levantar todos los restos; esta operación podría costar más de 200 millones de dólares y llevar meses. Es posible que quedaran vídeos hechos por los tripulantes o sistemas del batiscafo en los últimos minutos de su vida, agregó el buceador.
Toktaridis comentó también que el viaje al Titanic se parece más a un viaje al espacio que a una isla tropical, calificándolo de “muy extremo”.
Según el experto griego, el sumergible Titan es completamente diferente de otros batiscafos para grandes profundidades como el estadounidense Alvin, el ruso Mir, el francés Nautile y otro batiscafo japonés.
“Desde los años 60, estos batiscafos nunca han experimentado problemas. Las diferencias entre ellos han sido muy pequeñas y tienen que ver sobre todo con las baterías, la iluminación y cosas así, pero el diseño de la cabina es el mismo”, explicó Toktaridis.
Detalló que el diseño innovador del Titan despertaba preocupación entre muchos especialistas en investigación submarina, que incluso escribieron cartas a las que la compañía OceanGate Expeditions, propietaria del batiscafo hundido, hizo caso omiso.
“Resultó que el diseño del Titán no era adecuado. Ahora que se ha producido el accidente, hay que realizar una investigación, ya que murió gente. Creo que la investigación ayudará a evitar tragedias similares en el futuro”, afirmó el experto.
Tras esta catástrofe, considera Toktaridis, el número de viajes de este tipo disminuirá drásticamente, ya que OceanGate Expeditions era la única compañía que organizaba viajes al Titanic.
“Hay otras empresas que organizan viajes similares a menos profundidad, no son tan peligrosos”, afirmó el submarinista griego y añadió que se revisarán las medidas de seguridad para estos viajes debido a lo sucedido.
La Guardia Costera de EEUU, que realizaba la operación de búsqueda y rescate, comunicó la víspera que el batiscafo Titan quedó destruido como resultado de una implosión y que sus cinco tripulantes murieron.
También declaró que dada la profundidad en que se encuentran los fragmentos del aparato y la complejidad que supone trabajar allí, es poco probable que se puedan recuperar los cuerpos.
El submarino turístico Titan desapareció el domingo pasado, al bajar al lugar donde se encuentran los restos del Titanic, naufragado en 1912, a una profundidad de 3,8 kilómetros.
La comunicación con el batiscafo se perdió pasadas menos de dos horas desde el comienzo de la inmersión.
A bordo del sumergible estaban el fundador de OceanGate Expeditions, Stockton Rush, el veterano francés del estudio de aguas profundas Paul-Henry Nargeolet, el multimillonario y turista espacial británico Hamish Harding y el empresario pakistaní Shahzada Dawood junto con su hijo, Suleman. (Sputnik)