Santiago, 9 de septiembre de 2024.- Los Perlas fue un dúo emblemático de la música chilena, compuesto por Óscar Olivares y Luis Silva, que estuvo activo desde 1955 hasta 1987. Su estilo se enmarca en la cueca brava o chora, y son reconocidos por interpretar algunas de las versiones más populares de cuecas como “El guatón Loyola” y “Chicha de Curacaví”.
Este dúo innovó al combinar el humor con la música de la cueca, estableciendo las bases de un estilo urbano que priorizaba la interpretación musical sobre la intensidad de los versos. Los Perlas representan una figura distintiva en la historia de la cueca chilena. Ambos músicos, que debieron debutar en 1956 con la inédita “estampa de rotos”, rompieron con el estereotipo de los conjuntos folclóricos que lucían trajes de huasos. Se presentaban cantando, acompañados por la guitarra de Luis Silva, conocido como “el Flaco”, y el acordeón de Óscar Olivares, “el Chico”.
Su particular apariencia, la diferencia de estatura (Silva medía 1.92 m) y los diálogos humorísticos que precedían sus canciones hicieron de sus actuaciones un espectáculo casi cómico, siempre centrado en la música. Grabaron mayormente cuecas, tanto de su autoría como de otros compositores, incluyendo la entonces menospreciada cueca brava. Temas como “Lárgueme la manga”, “Chicha de Curacaví” y “El guatón Loyola” alcanzaron gran popularidad gracias a ellos. La muerte de Silva en 1987 marcó el fin de una trayectoria de 31 años.
Historia del Dúo
Según un reportaje de la revista El Musiquero en abril de 1964, Los Perlas surgieron el 20 de enero de 1956, conocido como el “Día del Roto chileno”. Sin embargo, el folclorista Nano Acevedo, en su libro “Contra el olvido. Memorias de la música chilena” (2010), indica que su origen fue en junio de ese año, durante las festividades en honor a Luis Silva. “Al calor de la amistad, las guitarras comenzaron a sonar, y Óscar y Lucho, quienes se conocían como músicos acompañantes de artistas de la época, improvisaron hasta llegar a las cuecas. Estaba presente el director de RCA, quien los contrató para que difundieran sus ‘cuecas en tarro’, populares entre los trabajadores”, explica Acevedo.
A pesar de la discrepancia en las fechas, la historia es similar: Los Perlas nacieron en una fiesta en 1956 tras una propuesta de RCA. Ambos músicos, recién llegados del extranjero, buscaban un nuevo proyecto en Chile. Inspirados por dúos humorísticos como Los Caporales y la combinación de guitarra y acordeón de Los Hermanos Campos, crearon el concepto de Los Perlas.
Su repertorio incluía las “cuecas en tarro”, que se tocaban en mercados, y adoptaron la estética de un roto, evocando la caricatura de Juan Verdejo de 1931. Luis Silva compartió en el libro de Acevedo que decidieron ser un contraste a la imagen idealizada de la música chilena de la época.
Aunque el término “roto” ha sido cuestionado en años posteriores por su connotación despectiva, en los años ’50 era visto con simpatía y se valoraba su papel en la historia nacional. Los Perlas expresaron este orgullo en la “Cueca del roto” de 1966.
El dúo hizo su debut discográfico con un EP, acompañado por el Dúo María-Inés, y se integró como artistas estables en Radio Minería y en el restaurante El Bodegón, comenzando así una rápida carrera que ha sido documentada en “Historia Social de la Música Popular en Chile 1950-1970”.
Los oficios fueron una temática recurrente en el repertorio de Los Perlas, grabando desde 1957. En 1958, lanzaron su álbum “Un show de Los Perlas”, que ofrecía una cara con cuecas y otra con canciones internacionales y piezas instrumentales. La incorporación del acordeón a la cueca y su variado repertorio fueron aspectos que marcaron su carrera, que incluyó decenas de discos y shows en Chile y América Latina.
En 1966, lanzaron “Las mejores cuecas del mundo (y sus alrededores…)”, un LP que resumía su visión del género y se convirtió en un registro fundamental de la cueca chilena. A pesar de su impacto, Los Perlas nunca fueron plenamente reconocidos dentro del ámbito de la cueca chilenera.
Aparecieron en la película “Ayúdeme usted compadre” en 1968 y en “Con el santo y la limosna” en 1971, y su popularidad creció durante los años ’70, especialmente con la llegada de la dictadura que favoreció ciertos estilos folclóricos.
Aunque su actividad discográfica disminuyó con el tiempo, sus canciones han sido reeditadas y todavía se pueden encontrar en plataformas de streaming. Sin embargo, la reconstrucción de su discografía sigue siendo un desafío pendiente.
A pesar de su relevancia, Los Perlas han recibido escasa atención en los estudios de la cueca. Sus grabaciones en televisión son limitadas, y el libro de Nano Acevedo es el único relato histórico sobre el dúo. Su historia concluyó el 18 de noviembre de 1987, con el fallecimiento de Luis Silva. Óscar Olivares expresó que no había reemplazo para él ni para el dúo, señalando que “Los Perlas han muerto”.
Cinco años después, falleció Óscar Olivares, poniendo fin a un dúo que dejó una huella indeleble en la música chilena y continúa siendo esencial en la historia de la cueca.
Con información de Wikipedia
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