Santiago, 28 mar (Sputnik).- Si el programa de Gobierno del presidente de Chile, Gabriel Boric, fuera el Coliseo romano, la reforma tributaria serían los inmensos pilares de piedra que lo sostienen.
Gran parte de las medidas prometidas por el mandatario para ampliar los derechos sociales quedaron sin financiamiento tras el rechazo del Congreso a la reforma tributaria que él propuso.
“Esto no se trata de más plata para el Estado, se trata de tener un mejor Estado para ayudar de mejor manera a los vecinos que más lo necesitan”, dijo Boric con pesar tras la votación en la Cámara de Diputados hace dos semanas, donde no logró convencer a ningún parlamentario de la oposición para que apoyase su iniciativa.
Durante la misma jornada del sufragio, en la mañana, el presidente anunció el proyecto Sala Cuna Universal, que impulsa el derecho de todo trabajador y trabajadora a que sus hijos pequeños asistan a una guardería, en pos de fomentar la participación femenina en el mundo laboral.
Pero en la tarde, después de que la derecha no entregó los votos a la reforma, surgió la duda de si la medida podría llevarse a cabo, ya que se pensaba financiar con los nuevos tributos recaudados.
“El rechazo a la reforma tributaria entorpece el desarrollo de lo que ha sido una sentida e histórica demanda de las mujeres, que es contar con medidas de conciliación trabajo-familia”, señaló al diario La Tercera la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, dejando entrever que la sala cuna universal no podrá completarse en su totalidad.
A través de una reestructuración del impuesto a la renta, que gravaba los sueldos más altos; de la creación de un impuesto al patrimonio y uno en particular que afectaba a los superricos; la eliminación de exenciones tributarias y de resquicios para facilitar la elusión; un nuevo royalty minero para obtener ganancias por la explotación de recursos naturales y nuevos impuestos orientados a la preservación del medio ambiente, la administración de Boric pretendía recaudar 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Pero los 71 votos en contra de la derecha, junto con tres sorpresivas abstenciones de diputados independientes cercanos a la izquierda, impidieron la concreción del sueño de Boric y con ello, dejaron en el limbo una serie de medidas que podrían no contar el financiamiento necesario para realizarse.
PENSIONES, MUNICIPIOS Y DEUDA ESTUDIANTIL
El presidente anunció el año pasado una actualización al programa Pensión Garantizada Universal (PGU), que entrega dinero fiscal a los trabajadores en su vejez para que no reciben pensiones bajo los 185.000 pesos mensuales (231 dólares). El cambio propuesto por Boric proponía aumentar el monto a 250.000 pesos (312 dólares).
Desde que se comenzó a tramitar la reforma tributaria, los ministros del Gabinete explicaron que una gran parte de lo recaudado sería utilizado para mejorar la PGU, en respuesta a una de las mayores problemáticas nacionales, el sistema de pensiones, cuyos bajos montos fueron uno de los gatillantes del descontento que generó las protestas del estallido social de 2019.
El costo fiscal para subir la jubilación de 2,8 millones de personas se estima en 3,6 millones de dólares. Sin la reforma tributaria, el Gobierno deberá priorizar gastos, buscar otro método para financiar la PGU o simplemente, ceder y aceptar que no es viable.
El jefe de Estado también explicó que una parte de lo recaudado por la reforma iría a parar directamente al fondo fiscal usado para apoyar a las municipalidades del país, institución política considerada la más cercana y con mayor vínculo directo con los vecinos. “El plan era aumentar en mil millones de dólares el Fondo Común Municipal, en particular para que los municipios más alejados, los con más necesidades, pudieran tener más recursos y pudieran levantar más programas”, afirmó Boric.
En el marco de la crisis de seguridad que atraviesa Chile, con un aumento sostenido de la delincuencia y de crímenes violentos desde el inicio de la pandemia, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, señaló que la reforma tributaria serviría para aumentar la dotación de Carabineros (policía militarizada) en las calles.
“Necesitamos más policías, pues no basta con la ley de presupuestos que aprobamos en el Congreso, necesitamos ampliar la dotación y eso requiere ingresos permanentes, como la reforma tributaria o el royalty minero”, aseguró la ministra en conferencia de prensa.
Una de las grandes promesas de Boric durante su candidatura fue la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE), el préstamo con beneficio fiscal que recibe la mayoría de los estudiantes de bajos recursos para cursar la universidad.
Este préstamo, creado en 2006, ha beneficiado a más de un millón de alumnos y su costo lo asume la banca privada. Si el Estado quisiese condonar esta deuda, deberá invertir entre 8.000 y 9.000 millones de dólares, cifra que no parece posible desembolsar sin el cambio tributario.
¿Insistirá el Gobierno en su reforma tributaria? La Constitución chilena obliga al Congreso a esperar un año para retomar la discusión de un proyecto de ley que fue rechazado y por eso, no son pocos los que consideran que el Gobierno se apresuró en presentar la medida, sin antes saber si contaba con los votos necesarios.
Sin embargo, varias autoridades gubernamentales han señalado que no tirarán la toalla y el jefe de la billetera fiscal, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, anunció esta semana que ya inició las conversaciones correspondientes para una nueva reforma tributaria 2.0, que esta vez sí cuente con apoyo transversal. (Sputnik)