Unos convulsionados días ha vivido Latinoamérica en los últimos meses, donde las crisis sociales, políticas y económicas se han multiplicado en el vecindario, tomándose países como Nicaragua, Argentina, Brasil, Perú y últimamente Ecuador.
Pero en la vereda contraria, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, planteó estos alzamientos como una muestra que “ha habido una brisita bolivariana por algunos países, como Ecuador, Perú, Argentina, Colombia, Honduras y Brasil… Una brisita”.
Nicaragua: Daniel Ortega, de héroe a villano
Daniel Ortega, el héroe guerrillero que lideró la caída de la dictadura de Somoza y que llegó al poder en la década de los 80 hasta 1990 y que volvió a la primera magistratura de Nicaragua en 2007 apunta a una reforma constitucional que le permitirá presentarse a las elecciones de 2021 y así sumar su quinto periodo como presidente, sumando más de 15 años al frente del país.
Pero el otrora liberador del país ahora enfrenta la otra cara de la moneda, ya que su reforma al sistema social, al amparo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y luego que se evidenciara un déficit en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, originaron una serie de protestas que desde abril de 2018 han dejado un saldo de 400 muertos.
La situación ha hecho que Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, denunciara la muerte de opositores al régimen de Ortega en un informe presentado en septiembre pasado, además de la encarcelación de presos políticos, pidiendo que se investiguen los asesinatos y se condenara a los responsables.
Pero a las tensiones sociales se suman el descalabro económico, ya que la CEPAL estima que Nicaragua tendrá el segundo peor desempeño en Latinoamérica, con una caída entre el 2% y el 5% del PIB. Y es que la crisis ha hecho que cerca de medio millón de personas perdieran su empleo, mientras 40.000 se refugiaron en Costa Rica en búsqueda de mejores oportunidades laborales o para salvaguardar su seguridad.
La caída en recesión de Paraguay
La presidencia de Mario Abdo Benítez, quien asumió el poder en agosto de 2018, estuvo a punto de tener un abrupto final a causa de un juicio político que no alcanzó a concretarse y que fue originada por el acuerdo firmado con el Brasil de Jair Bolsonaro por la energía entregada por la central binacional Itaupú y que fue interpretada por la oposición como “una entrega de soberanía” y la pérdida de más de 200 millones de dólares para Paraguay.
Esto hizo que debieran dar un paso al costado la dirección de la Administración Nacional de Electricidad, liderados por Alcides Jiménez, quien estuvo apenas unos días en el cargo; el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Castiglioni; y todos los involucrados en el acuerdo que finalmente fue anulado en 1 de agosto.
Pero a esto se suma lo consignado por Benigno López, ministro de Hacienda, quien reconoció que Paraguay entró en recesión económica, ya que el PIB cayó un 3% en el segundo trimestre de 2019.
“Técnicamente es una recesión y no se puede ocultar eso, sino señalar que en el segundo trimestre ya se vieron los impactos de las medidas contracíclicas que habíamos tomado y esperamos que este semestre haya un repunte importante”, señaló el secretario de Estado.
“En este escenario, el desafío del Poder Ejecutivo y del Estado en su conjunto va a ser tener aprobado un presupuesto responsable que tenga financiamiento”, agregó.
Bolsonaro: al desnudo por los incendios en la Amazonía
Jair Bolsonaro enfrenta una drástica caída en su popularidad, la cual apenas se empina en el 29%, luego de ganar las elecciones presidenciales con un 55% de apoyo.
Y es que los incendios en la Amazonía dejaron en mal pie al líder ultraderechista, quien dejó en claro que “la Amazonía no es del mundo, es brasileña”, lo que lo llevaron a tener varios encontrones con Emmanuel Macron, presidente francés, y que incluso escalaron al punto de burlarse de la esposa del mandatario galo.
Este conflicto hizo que el mandatario brasileño rechazara la ayuda del G7 para combatir los incendios forestales, apuntando que “el señor Macron debe retirar los insultos hacia mi persona. Primero me llamó mentiroso y después, por informaciones que tuve, que nuestra soberanía en la Amazonía es una cuestión abierta”.
Esto, mientras los incendios para deforestar el territorio que alberga el 50% de la biodiversidad de planeta siguen adelante, a lo que se suma la tala de 9.250 kilómetros cuadrados.
Ante esta situación, Bolsonaro se defiende señalando que “lamentablemente, algunas personas, tanto dentro como fuera de Brasil, con el apoyo de las ONG, insisten en tratar y mantener a nuestros pueblos indígenas como cavernícolas”.
A esto se suma la crisis política que enfrenta el país, con la alta rotación de nombres en los ministerios y los cuestionamientos a la figura de su “ministro estrella”, Sergio Moro, encargado de enviar a prisión a Lula da Silva en el marco del proceso Lava Jato, luego que salieran a la luz una serie de filtraciones respecto a la actuación de la Fiscalía y el Poder Judicial para conseguir la condena del otrora mandatario, quien lideraba las encuestas para volver a la presidencia.
Evo Morales y su lucha por seguir en el poder
Evo Morales no lo está pasando bien en Bolivia por causas similares a la de su par brasileño, los incendios forestales en el país han reflotado la oposición a que el mandatario sume un nuevo periodo al frente del país.
Y es que las imágenes de Morales sumándose a las labores de combate a las llamas, a días de que se realicen las elecciones presidenciales, lejos de generar simpatía en la población solo incrementaron el rechazo que provoca en varios sectores de la población, como los más jóvenes.
“Tu amor fue más falso que Evo ayudando en Chiquitania”, fue el meme que se viralizó entre los jóvenes, luego que el mandatario apareciera vestido de bombero apagando el incendio con una pequeña manguera y una pala.
Los incendios forestales podrían provocar un aplazamiento de los comicios programados para el próximo 20 de octubre, lo cual ya genera el rechazo de la oposición, donde apuntan a que Morales “podría aprovechar la actual tensión para posponer los comicios por un año, dándose supuestamente tiempo para recuperar los puntos que habría perdido por el desastre de los incendios”.
Esto, mientras todavía existen resquemores por el referéndum convocado el mandatario altiplánico que está en el poder desde 2006, donde buscaba modificar la Constitución para así ir por su cuarto periodo consecutivo. Y es que a pesar de la derrota en las urnas, Morales instó al Tribunal Constitucional a que señalara que pudiera aparecer nuevamente en la papeleta y así mantenerse en el Palacio Quemado hasta 2024.
La “eterna crisis” argentina
El “tóxico romance” de Argentina con la deuda externa sumó un nuevo capítulo con Mauricio Macri al frente, donde la pobreza ya alcanza al 35% de la población, graficado de manera dramática con el hecho de que la mitad de los niños trasandinos son pobres.
Los “pecados” de Macri en materia económica han hecho que la amenaza del default otra vez se instale en el país vecino, por lo que el presidente debió recurrir al FMI para pedir un préstamo para hacer frente a la inflación, la cual llegó al 22% en la primera mitad del 2019, y que hicieron que Argentina nuevamente en recesión.
Esto ha hecho que debiera recurrir a medidas que en su momento criticó a Cristina Fernández, como es la restricción al acceso al dólar y así evitar la fuga de capitales. Así, se limitó la compra de divisas hasta 10 mil dólares para atesoramiento y la obligación para liquidar los dólares conseguidos con las exportaciones en un plazo inferior a los 5 días hábiles.
Esta situación reflotó al kirchnerismo, lo que quedó patente en las elecciones internas donde la fórmula Albrto Fernández-Cristina Fernández se impuso y quedó en buen pie para volver a la Casa Rosada e imponerse a Mauricio Macri, quien busca un segundo periodo al frente de Argentina, lo que ha hecho que los inversionistas extranjeros derechamente decidieran dejar el país.
Venezuela: el caso insigne
Venezuela enfrenta una crisis social, económica y política bajo el mando de Nicolás Maduro que ha sido noticia en todo el mundo y que ha provocado la salida de cuatro millones de venezolanos al extranjero.
Esto, mientras el país enfrenta el desplome de las exportaciones de petróleo, su producto estrella, la escasez de productos de primera necesidad, la caída del bolívar, entre otros aspectos en materia económica.
En política, la opositora Asamblea Nacional se enfrenta con la Asamblea Nacional Constituyente por la representatividad parlamentaria y donde la primera acusó la “usurpación” de la presidencia por parte de Maduro, eligiendo a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela hasta “el cese de la usurpación”.
A pesar de que Guaidó ha intentado llevar a cabo labores de mandatario como la designación de embajadores en el extranjero, no logró generar mayor expectación y sus llamados a manifestarse contra Maduro generaron cada vez menos respuesta, enfrentando uno de sus peores momentos luego que se conociera que recursos destinados para apoyar a la migración venezolana fueran desviados a los bolsillos de algunos colaboradores, a lo cual se suman sus fotos junto al grupo narco colombiano conocido como Los Rastrojos.
Disolución del Congreso en Perú: la sombra del autogolpe
Perú es uno de los últimos países en sumarse a este espiral de turbulencia continental, luego que el presidente Martín Vizcarra decidiera disolver el Congreso Nacional, tras negarse a suspender la designación de nuevos integrantes al Tribunal Constitucional.
Vizcarra dejó en claro que esta decisión “está dentro de las facultades contenidas” en la Constitución, explicando que “busca dar fin a esta etapa de entrampamiento político que ha impedido impedido que Perú crezca al ritmo de sus posibilidades”.
Frente a esto, el Congreso votó a favor de la suspensión temporal del mandatario por “incapacidad moral”, designando como “presidenta en funciones” a Mercedes Araoz.
La otrora vicepresidenta aceptó la designación “respondiendo a que el presidente Martín Vizcarra ha fallado al no cumplir con tres artículos constitucionales”, para renunciar horas después.
Esto, mientras se ratificó a Viscarra como mandatario de Perú hasta 2021, presentando a su nuevo gabinete y de paso obteniendo el apoyo del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para entregar “su pleno respaldo al orden constitucional y al presidente”.
Ecuador: violencia en medio del estado de excepción
Ecuador se sumó a esta vorágine en los últimos días, luego que Lenin Moreno se cuadrara con las directrices del Fondo Monetario Internacional (FMI) y decidiera eliminar los subsidios a los combustibles, lo que generó una ola de protestas en el país que lo obligaron a decretar en un primer momento el “estado de excepción”.
Junto con ello, Moreno acusó al ex presidente Rafael Correa y a Nicolás Maduro de estar detrás de las violentas movilizaciones, señalando que “el sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización”, lo que lo llevó a trasladar la sede del Ejecutivo a Guayaquil y a decretar estado de sitio en las cercanías de los organismos públicos.
Moreno señaló que los partidarios de Correa “son quienes están detrás de este intento de golpe de Estado y están usando e instrumentalizando algunos sectores indígenas, aprovechando su movilización, para saquear y destruir a su paso”.
Esto, mientras miles de manifestantes indígenas se tomaban la sede del Parlamento al grito de “¡Fuera Moreno!”, siendo desalojados horas después por efectivos de las Fuerzas Armadas.
Por su parte, sigue el intercambio de palabras de grueso calibre entre Lenin y Rafael Correa, donde el mandatario ha reiterado en calificar a su antecesor de “golpista”.
“El saqueo y vandalismo no son manifestaciones ciudadanas. Demuestran la intención política de Correa, Maduro y de los corruptos que deben responder a la justicia y al país por desestabilizar este Gobierno democrático”, señaló en redes sociales.
En tanto, Correa le respondió por la misma vía que “aquí no hay golpismo. Los conflictos en democracia se resuelven en las urnas y es precisamente lo que pedimos: adelantar elecciones en caso de grave conmoción social, como la que estamos viviendo”.
Esto, mientras la Organización de Estados Americanos (OEA) se cuadró con Moreno y rechazó que se adelante el proceso eleccionario, apuntando que “considera fundamental que todas las partes respeten el término constitucional por el que fue electo el Presidente Lenin Moreno y reitera su rechazo a cualquier forma de interrupción de su gobierno”.