La salud de Piñera bajo la lupa

A pesar de que Piñera es una figura pública desde los años 70 y de que este es su segundo mandato presidencial, sólo se ha referido una vez a sus espasmos físicos públicamente. "Yo nací con los tics. Mi madre me decía que yo los hacía desde la cuna", dijo en marzo de 2019, en una entrevista al diario La Tercera.

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Santiago, 3 jul (Sputnik).- La viralización de un video en que el jefe de Estado de Chile, Sebastián Piñera, sufre una serie de tics y espasmos involuntarios abrió esta semana un delicado debate en el país: ¿no se debería transparentar la salud de un mandatario en un país hiperpresidencialista?

A finales de junio murió por covid-19 el tío del mandatario, el sacerdote Bernardino Piñera, y el video de su funeral también recorrió las redes sociales.

Esto porque toda su familia, incluido el presidente, se saltó el protocolo sanitario y acudió al entierro con músicos y fotógrafos. Incluso un invitado abrió la tapa del ataúd para que el mandatario se acercara a mirar.

Durante días se criticó a Piñera por no acatar las medidas sanitarias. Pero semanas después, un usuario de Twitter recortó una escena del video en que se ve al presidente moviendo repetidamente la cabeza, los hombros, y sujetándose el brazo izquierdo.

Y aunque esto no es noticia nueva, ya que los tics del presidente lo acompañan hace años en sus apariciones en público, algunos líderes de opinión y usuarios en redes sociales se preguntaron si el mandatario chileno debía transparentar su estado de salud, para descartar que sufra alguna enfermedad que lo inhabilite para el cargo.

LOS TICS

A pesar de que Piñera es una figura pública desde los años 70 y de que este es su segundo mandato presidencial, sólo se ha referido una vez a sus espasmos físicos públicamente. “Yo nací con los tics. Mi madre me decía que yo los hacía desde la cuna”, dijo en marzo de 2019, en una entrevista al diario La Tercera.

La periodista, sorprendida por la confesión del mandatario, decidió seguir indagando y le preguntó si los espasmos sucedían cuando estaba más nervioso o tenso. “Suficiente”, retrucó de manera cortante Piñera, y cambió rápidamente de tema.

En Internet existen varios videos recopilando los movimientos del presidente, incluso internacionales. En febrero de 2019, Piñera viajó a la frontera de Colombia con Venezuela para participar de un show a beneficio de los venezolanos.

Mientras el líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó, estaba dando un discurso, la cámara enfocó al chileno intentando controlar los espasmos involuntarios de sus hombros durante una transmisión en vivo para todo el mundo.

CUESTIONAMIENTOS

El debate tiene argumentos en ambas direcciones. En uno de los bandos está el senador Juan Ignacio Latorre, del Frente Amplio, de profesión psicólogo. El parlamentario afirmó esta semana en una entrevista que en su calidad de profesional de la salud mental, ve con “preocupación” ciertas conductas de Piñera.

“Es importante que sus asesores lo convenzan de hacerse un chequeo mental riguroso, porque es el presidente de Chile y debe estar bien en su condición física y mental para conducir a un país”, agregó al medio digital El Desconcierto.

Mónica González, líder de opinión y ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2019, se sumó a la petición de Latorre y dijo que el presidente “tiene demasiados movimientos descontrolados”. “Nosotros merecemos que nos digan qué pasa con él”, subrayó.

El Mostrador, uno de los portales de noticias web más leídos en Chile, aseguró en su editorial esta semana que “el funcionamiento normal de un régimen político en un sistema hiperpresidencialista como el de Chile depende en gran medida de la salud física y mental del presidente”.

En la otra vereda, varias figuras de centro y de derecha rechazaron los cuestionamientos, alegando que las críticas hacia el mandatario no deben transformarse ataques personales.

¿ESTÁNDAR INTERNACIONAL?

El director de la organización Chile Transparente, el abogado Alberto Precht, explicó a Sputnik que no existe un estándar internacional que obligue a los mandatarios a hacer público su estado de salud.

“Cada país trata el tema de manera diferente según su cultura y su tradición. En algunos lugares esto se hace de manera proactiva: las autoridades transparentan sus exámenes médicos de la misma manera que en Chile se declaran los patrimonios o los intereses de las autoridades”, señaló Precht.

El experto en transparencia y gobierno abierto mencionó a Estados Unidos, donde es una práctica común que los gobernantes se realicen un chequeo médico anual y hagan públicos sus resultados.

Sin embargo, Precht explicó que crear un estándar en este sentido puede ser peligroso, ya que podría llevar a una situación de discriminación.

“Una condición de salud debiera hacerse pública sólo si es invalidante para el cargo, ya que se puede trasgredir la vida privada de una persona. No es importante saber que un presidente tiene diabetes, VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) o si sólo tiene tics generados por el estrés. La publicación de esa información no genera ningún beneficio a la ciudadanía”, aclaró.

Seguramente, el debate no morirá con Piñera, ya que los mismos cuestionamientos recayeron sobre la expresidenta chilena Michelle Bachelet, el exmandatario mexicano Enrique Peña Nieto (acusaciones que nunca pudieron comprobarse) y seguirán produciéndose en el futuro. Sobre todo en una región de gobiernos presidencialistas como Latinoamérica.