Santiago, 2 jul (Sputnik).- Diputados y líderes de izquierda en Chile cuestionaron este martes la decisión del Gobierno del presidente Gabriel Boric de no cerrar Punta Peuco, cárcel que alberga a exagentes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), criticada por sus comodidades privilegiadas frente a otros penales.
“Es una obligación del Estado no tener un doble estándar en el cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos: Punta Peuco representa la impunidad en materia de crímenes de lesa humanidad al ser una cárcel especial para los condenados”, escribió en redes sociales el diputado del Partido Comunista, Matías Ramírez.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, comunicó este martes que el Ejecutivo no considera conveniente cerrar Punta Peuco o destinarlo para embarazadas privadas de libertad, debido a los problemas de hacinamiento que atraviesa el sistema carcelario chileno.
Al respecto, la diputada Lorena Fríes, militante del gobernante Frente Amplio (izquierda), alegó que el cierre de Punta Peuco es una demanda que las organizaciones pro derechos humanos vienen exigiendo hace años en el país.
“El ministerio de Justicia debe saber combinar el cierre de Punta Peuco, para que los reos no tengan un trato privilegiado, con los problemas que tenemos hoy en las cárceles”, señaló en rueda de prensa Fríes, quien preside la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.
Punta Peuco alberga a 129 criminales condenados por violaciones a los derechos humanos y ha sido objeto de críticas debido a las comodidades especiales con las que cuenta, ya que cada módulo tiene habitaciones individuales con cocina, living y duchas, además de electrodomésticos y computadores. (Sputnik)
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