La crisis sanitaria que desató el coronavirus abrió una novedosa oportunidad para Israel y Hamas, movimiento que gobierna la Franja de Gaza: una tregua duradera para la reconstrucción de la devastada economía gazatí. Según reportó El País de España, la presencia en Gaza de dos civiles israelíes detenidos tras haber cruzado de forma accidental una valla divisoria y la retención –por parte de las milicias islamistas- de los restos de dos militares que fallecieron en la guerra de 2014 han nublado los contactos que mantuvieron las partes con la mediación de Egipto y Naciones Unidas, propiciada por diplomáticos de Qatar y Alemania.
“Va en contra de los intereses de Israel tolerar una escalada de la pandemia en la Franja en pleno colapso de sus hospitales”, sostuvo el analista de seguridad del medio Haaretz, Yossi Melman. Hasta el momento, el Ejército ha permitido el paso de suministros médicos donados por otros países y organizaciones internacionales a través del paso fronterizo de Erez. Asimismo, ha mandado –con la mediación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- centenares de test de detección de covid-19. Incluso, decenas de médicos y enfermeros gazatíes han recibido instrucciones y entrenamiento para el tratamiento del coronavirus en instalaciones israelíes del paso de Erez y en el hospital de Ashkelon, que se ubica 12 kilómetros al norte de la frontera, según describió el canal estatal de televisión Kan.
El intercambio
El Ministerio de Salud de Gaza solo tiene 80 respiradores mecánicos, de los cuales la mayoría están en uso por pacientes con otras enfermedades respiratorias. Según un informe de la OMS, la infraestructura sanitaria de Palestina “no puede hacer frente” a la guerra contra el coronavirus. Por otro lado, dos civiles israelíes se encuentran cautivos hace más de cuatro años, mientras que los cuerpos de dos soldados supuestamente abatidos durante la Operación Margen Protector se encuentran en manos de Hamas desde 2014. “Los responsables políticos y militares de Israel se muestran partidarios de una tregua de larga duración”, expuso José Vericat, director de la representación del Centro Carter en los territorios palestinos, “pero las exigencias de Hamas en el canje de prisioneros por ciudadanos y militares israelíes habían bloqueado el acuerdo”.
Pero la amenaza que ha significado la llegada de la pandemia a ese territorio ha cambiado el panorama. “Estamos dispuestos a hacer concesiones parciales si Israel excarcela a mujeres y menores, así como a los prisioneros de mayor edad y enfermos, en un gesto humanitario en el marco de la crisis del coronavirus”, expresó el líder islamista Yahya Sinwar, ex preso de Israel, a la televisión gazatí. Y en respuesta, a través de un comunicado oficial, el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que están “preparados para actuar de forma constructiva y llamamos a una negociación inmediata a través de intermediarios”. Esto, a pesar de que el Premier ha negado el canje en repetidas ocasiones previas a la llegada del brote epidémico. Es por eso que ambas partes estarían a la espera de cerrar el acuerdo, que también incluiría equipos de detección, respiradores y medicamentos.