Francisco, el papa latinoamericano que cambió la cara de la Iglesia católica

Durante su papado, Francisco visitó 10 países de América Latina, aunque nunca volvió a su Argentina natal.

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Imagen de Annett_Klingner en Pixabay

Montevideo (Mesa Américas), 22 abr (Sputnik).- El papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, falleció el lunes a los 88 años por un derrame cerebral y tras su muerte fue calificado como hombre santo, humanista y líder espiritual transformador por políticos, fieles y figuras de otras religiones.

“Creo que nos ha dejado un hombre santo, quizás el santo más importante que tiene en este momento la humanidad, porque con lo que este hombre hizo en su tiempo de pontificado realmente se ganó el mote de ser el sumo de los pontífices, el mayor constructor de puentes y el mayor destructor de muros”, dijo a la Agencia Sputnik el diputado argentino Eduardo Valdés, embajador en el Vaticano entre 2014 y 2015.

Francisco, nacido en Argentina y cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, guió a la Iglesia católica por 12 años, tras la renuncia del papa Benedicto XVI, durante los que introdujo algunos cambios que le valieron críticas de los conservadores del Vaticano, acercó el papado a los fieles y expulsó a abusadores, a diferencia de sus antecesores, que solían encubrirlos.

También criticó a gobiernos como el de EEUU por su trato a los migrantes, o al de Israel, por sus ataques contra la población civil en Gaza, y se acercó a otras religiones en busca de diálogo.

“Ha fallecido el papa Francisco, quien hizo un genuino esfuerzo por acercar la Iglesia al pueblo en un mundo donde lo espiritual pareciera haber pasado a un segundo plano. Pero la justicia social es trascendencia y así lo vivió y enseñó Bergoglio. Gracias por ello”, dijo el presidente chileno, Gabriel Boric.

En el barrio Flores, en el suroeste de la capital argentina donde Francisco nació y vivió hasta entrar al seminario, el lunes lo lloraban conocidos y extraños.

Uno de ellos es el párroco de la Basílica de San José de Flores, Martín Bourdieu, que entró al seminario en 1998 y así conoció a Jorge Bergoglio, que acababa de ser nombrado arzobispo de Buenos Aires.

Sus doce años de pontificado dejan un gran legado religioso, valoró Bourdieu con un tono de pesadumbre en una entrevista con esta agencia, y también generaron un cambio de paradigma en la Iglesia católica.

“Es una Iglesia con un estilo mucho más cercano y sencillo, con un lenguaje más próximo a la gente común, y con una sensibilidad especialmente dedicada a los que sufren, a los pobres, a los más marginales”, comentó el párroco.

A mediados de febrero pasado, el papa fue ingresado en un hospital por bronquitis y su estado clínico empeoró gradualmente, hasta que los médicos le diagnosticaron neumonía bilateral.

El 23 de marzo, tras 38 días en hospital, el pontífice recibió el alta y regresó a su residencia vaticana para continuar con el proceso de recuperación.

Desde entonces, Francisco hizo muy pocas y siempre breves comparecencias ante el público, la última el Domingo de Resurrección, la víspera de su muerte, para desear feliz Pascua a miles de creyentes reunidos en la Plaza de San Pedro.

“Se me fue un gran amigo. Me siento algo solo. Comprendió perfectamente su papel como líder espiritual en la gran lucha por la vida. En las causas codiciosas de la extinción. Sus encíclicas pasarán a la historia si somos capaces de construir una humanidad que defienda su mayor bien: la vida. Hasta siempre: Francisco”, escribió el mandatario colombiano, Gustavo Petro, en su cuenta en la red social X.

Tras el fallecimiento, ocurrido a las 5:35 GMT, se selló su apartamento en el Vaticano y su cuerpo fue llevado en un ataúd de madera a la capilla Santa Marta, donde permanecerá hasta que comiencen los funerales, que deben celebrarse entre cuatro y seis días después de la muerte.

“La humanidad pierde hoy una voz de respeto y acogida al prójimo; el papa Francisco vivió y propagó en su día a día el amor, la tolerancia y la solidaridad que son la base de las enseñanzas cristianas, como en la oración de San Francisco de Asís, el argentino Jorge Bergoglio buscó de forma incansable llevar el amor adonde existía el odio”, escribió el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en sus redes sociales.

FARO DE ESPERANZA

Durante su papado, Francisco visitó 10 países de América Latina, aunque nunca volvió a su Argentina natal.

Desde 2013 viajó a Brasil, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Cuba, México, Colombia, Chile, Perú y Panamá, donde reunió a cientos de miles de fieles.

“Desde Bolivia expresamos nuestro más profundo pesar ante el fallecimiento del papa Francisco, un líder espiritual que consagró su vida a la promoción de la paz, la justicia social y la compasión. Su voz resonó como un faro de esperanza para millones en todo el mundo, y su ejemplo de humildad y servicio nos inspira a trabajar por un futuro más justo, equitativo e inclusivo para todas y todos”, escribió el presidente de ese país, Luis Arce, en la red social X.

En Bolivia, en 2015, el papa pidió perdón por los crímenes cometidos contra los pueblos originarios durante la conquista de América.

“Este papa representó una especie de mirada crítica hacia el pasado reciente y siempre tuvo un gesto de bonhomía y de ayuda a los sectores sociales más débiles. Vivía en sintonía con el viejo mensaje cristiano al que supo respetar e impulsar”, dijo el expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015) en entrevista con el Canal 10 local.

En tanto, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, lo calificó como un humanista, el mandatario ecuatoriano Daniel Noboa dijo que fue un líder espiritual que marcó una era, el jefe de Estado uruguayo, Yamandú Orsi, afirmó que Francisco “dejó una huella nítida, un camino a seguir” y el venezolano, Nicolás Maduro, lo elogió como un líder transformador.

Por su parte, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que la muerte del papa es una pérdida “irreparable para la humanidad” y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, dijo que Francisco “fue una voz trascendental en favor de la paz, la dignidad humana y la justicia social”.

El presidente de EEUU, Donald Trump, también expresó sus condolencias y dijo que asistirá al funeral.

Más allá de América, los movimientos armados árabes Hizbulá y Hamás destacaron los llamados de Francisco por la paz y por el fin de los bombardeos en Gaza.

“El papa Francisco encarnó el espíritu del diálogo interreligioso con sus inspiradoras posturas y sus destacados encuentros con líderes islámicos en Nayaf y Al-Azhar fueron hitos que encendieron la chispa del amor y el mensaje de fraternidad humana”, afirmó la agrupación libanesa Hizbulá en un comunicado.

Líderes árabes y europeos también destacaron la tolerancia religiosa que profesaba Francisco, así como el patriarca de Moscú y de Toda Rusia, Kiril, quien en una carta al Vaticano recordó que el pontífice influyó positivamente en las relaciones entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica romana.

En señal de duelo, las luces de la Torre Eiffel de París se apagaron el lunes, mientras que las del Coliseo en Roma lo harán en la noche de este martes.

Los cardenales se reunirán este martes para comenzar los preparativos para el funeral, así como para el cónclave, donde se elegirá al sucesor de Francisco. (Sputnik)

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