La investigación, en la que participaron 8,000 personas en Reino Unido, encontró que beber cinco tazas al día no tiene más impacto para las arterias que beber una sola. Estudios anteriores habían sugerido que el café contribuye a endurecer las arterias y este factor, a su vez, supone que se ejerza mayor presión sobre el corazón e incrementa las posibilidades de sufrir un infarto o un ictus.
Los investigadores dividieron a los participantes en tres grupos. El primero estaba formado por las personas que bebían menos de una taza de café al día; el segundo por aquellos que beben entre una y tres tazas y el tercero por aquellos que beben más de tres. Aunque la media en este tercer grupo tomaba 5 cafés diariamente, los más cafeteros dijeron beber hasta 25 tazas al día (el estudio no explica cómo fueron capaces de semejante hazaña).
Todos los participantes se sometieron a pruebas y escáneres para examinar la salud de sus arterias. “A pesar de la enorme popularidad del café en todo el mundo, diferentes reportes podrían desanimar a la gente a disfrutarlo. Aunque no podemos probar una relación causa-efecto en este estudio, nuestra investigación indica que el café no es tan malo para las arterias como sugerían estudios anteriores“, dijo Kenneth Fung, profesor de la Queen Mary University y director del estudio, en un comunicado.
Metin Avkiran, director médico asociado de la Fundación Británica para el Corazón (BHF por sus siglas en inglés), dijo que el estudio descarta uno de los potenciales efectos del café en las arterias. “No estamos diciendo a la gente que tome 25 tazas de café. Si bebes dentro de las directrices recomendadas, no esperamos encontrar un endurecimiento de las arterias en comparación con aquellos que beben menos de una taza al día“, señaló.
La investigación, financiada en parte por la BHF y elaborada por expertos de la Queen Mary University, en Londres, se presentó el lunes en Manchester, Reino Unido, en la conferencia de la Sociedad Británica Cardiovascular.
Dos estudios publicados en otoño de 2017 indicaban que beber tres cafés al día o más reduce la mortalidad prematura en un 18% en hombres y un 8% en mujeres. Estos estudios (al igual que el más reciente) son observacionales, lo que quiere decir que sugieren una relación causa-efecto entre dos factores, pero no pueden demostrarla. Los científicos no están seguros de por qué el café es tan beneficioso; la explicación podría no estar específicamente en el café, sino en alguna característica del consumidor.
Investigaciones anteriores también mostraron que los bebedores de café tienen menos riesgos de morir de varias enfermedades crónicas que las personas que consumen poco o nada de café.
En 1991, la misma rama de la OMS que encargó el estudio publicado en 2017 clasificó el café como “posiblemente carcinógeno para los seres humanos”, a causa de “indicios limitados” que insinuaban un vínculo con el cáncer de páncreas. Sin embargo, en 2016 la OMS pasó no solo a indultarlo, sino a recomendarlo. El tabaco podría haber tenido la culpa; muchos análisis encontraron vínculos entre el café y el cáncer simplemente porque los cafeteros fumaban más. Pero se trataba de una falsa asociación: lo que provocaba el cáncer era el cigarrillo con el que tantas personas gustan acompañar su café.
Si algo parece claro es que la mala fama que ha tenido la bebida parece llegar a su fin. Algo importante dado lo masivo de su consumo, que se estima en 2,250 millones de tazas diarias en el mundo. En Estados Unidos, el 75 % de los adultos toma café. Eso sí: cuidado con esas tazas de más. Puede que no sean perjudiciales para las arterias, pero no puede decirse lo mismo del sueño.