El ave voladora más grande del mundo, el cóndor andino, puede permanecer en el aire durante 5 horas y cubrir más de 170 kilómetros casi sin batir sus alas.
¿Cómo puede este majestuoso pájaro de más de 15 kilogramos y una envergadura de tres metros recorrer estas distancias?
Un equipo internacional de investigadores encabezado por Emily Shepard y Hannah Williams, de la Universidad de Swansea; y Sergio Lambertucci y Pablo Alarcón, de la Universidad Nacional del Comahue (Argentina), ha recopilado datos de alta frecuencia de aves silvestres para revelar cómo los cóndores andinos utilizan las corrientes de aire para mantenerse en el aire durante horas, recurriendo al aleteo durante solo un 1,3 % del tiempo de vuelo, informa el comunicado del Instituto Max Planck.
Su investigación, publicada esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, muestra hasta qué punto estos enormes carroñeros pueden mantenerse en vuelo a gran altitud y conservar energía mientras buscan su comida en el suelo.
De 2013 a 2018, Shepard y sus colegas siguieron la pista a ocho cóndores andinos cerca de Bariloche, Argentina, lo que lograron fijando registradores de vuelo capaces de detectar cada vez que baten las alas durante el vuelo. El propósito de este ejercicio fue medir los efectos de diferentes condiciones climáticas en el vuelo del cóndor.
Los datos recopilados han mostrado que el 75 % del aleteo se produce cuando los cóndores despegan. Esto apunta a un gran costo físico para las aves y una buena razón para evitar aterrizajes y despegues innecesarios.
Los vuelos casi sin aleteo fueron registrados cuando las condiciones eran tranquilas y ventosas, pero las aves tuvieron que ‘esforzarse’ por las madrugadas, cuando las ráfagas de viento cálido o corrientes ascendentes térmicas comenzaron a formarse y elevarse muy lentamente.
Ahora los investigadores se plantean comprender la toma de decisiones durante el vuelo de los cóndores y cómo pueden rebotar sin esfuerzo de una corriente ascendente térmica a la siguiente. Al mismo tiempo, la nueva investigación podría explicar cómo los primeros dinosaurios aviares [como Archaeopteryx, que también eran bastante grandes], podrían haber volado sin tener que gastar demasiada energía.
“En general, esto puede ayudar a explicar cómo aves extintas del doble de envergadura que los cóndores podrían haber volado”, sugiere el estudio.